El emblemático edificio de ‘Correos’ de Castellón prevé abrir al público en el primer trimestre del 2026. Y como ya se anunciara, «será de uso compartido y abierto a la ciudadanía», según ha detallado la alcaldesa Begoña Carrasco tras recibir a la Consellera de Industria e Innovación y Turismo, Marían Cano.
Cano ha anunciado que hoy «se han firmado los pliegos para la licitación de las obras de remodelación de este edificio», previstas por un valor de 3,3 millones de los que el 50% serán financiados con fondos europeos, lo que obliga a que las obras estén finalizadas en el primer trimestre del próximo año.


Por su parte, Carrasco tras reiterar el valor arquitectónico, patrimonial y sentimental ha celebrado que en esa hoja de ruta de la Generalitat Valenciana le corresponda ahora el turno a este inmueble del que se cederá un espacio «para uso y disfrute de todos los castellonenses». «Usos culturales, usos turísticos, pero que va a poder disfrutar la ciudadanía», ha insistido la primera edil, matizando que dependerá de los metros de los que se pueda disponer, el uso final que se le dé desde el consistorio.


Respecto a cómo se hará la rehabilitación, queda claro de «se mantendrá ese respecto a la identidad modernista del edificio», ha reiterado también la Consellera.
De hecho, el edificio de Correos, inaugurado en 1932, es un destacable exponente del estilo neomudéjar, considerándose además una de las mejores muestras del modernismo valenciano en Castellón.
Fue creado por el arquitecto Demetri Ribes (estación del Norte de València) en colaboración con el castellonense Joaquín Dicenta Vilaplana. Su estilo se aprecia en la ornamentación floral y geométrica, con la influencia neomudéjar visible en el empleo del ladrillo y los arcos lobulados. Se trata, según los expertos, del edificio de mayor valor patrimonial de la ciudad de Castellón.
Fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) desde que la Generalitat lo adquiriera en 2021, por valor de 22 millones de euros, a la Sociedad Estatal Correos y Telégrafos S.A.
El proyecto de rehabilitación promovido por la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, tras pasar la criba de la Conselleria de Cultura quien debía dar el visto bueno por tratarse de un edificio histórico catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC), va a llevar diversas actuaciones relacionadas con la eficiencia energética, accesibilidad y la seguridad.
La nueva distribución va a habilitar la planta baja como espacio diáfano, donde también habrá una sala de conferencias. Es una zona planteada como espacio abierto al público. En los dos pisos superiores, el proyecto se centra en una distribución para uso administrativo de la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo.


