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viernes, junio 13, 2025

La Comunitat Valenciana aspira a la independencia energética en 2035 con renovables y energía nuclear

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Carlos Mazón defiende una transición energética realista y advierte que el cierre de Cofrentes retrasaría 25 años el objetivo

El president de la Generalitat, Carlos Mazón, ha marcado el año 2035 como horizonte para alcanzar la soberanía energética de la Comunitat Valenciana. Así lo ha manifestado durante la presentación de la nueva Estrategia Energética, una hoja de ruta que, en sus palabras, combina “pragmatismo y alejamiento de los extremos” para abordar la transición energética con realismo.

Durante su intervención, Mazón ha advertido que el cierre de la central nuclear de Cofrentes, previsto para 2030, pondría en riesgo ese objetivo de alcanzar la independencia energética. “Si Cofrentes cierra, el hito de 2035 se retrasará 25 años”, ha afirmado. También ha solicitado al Gobierno central el mismo trato dado a otras plantas como la de Almaraz, reclamando la posibilidad de solicitar una prórroga si lo decide la propiedad. «No podemos hacer una transición energética pragmática y sensata con una mano atada a la espalda», ha dicho.

Independencia energética: un modelo energético mixto y competitivo

La estrategia presentada apuesta por energías renovables como la solar, la eólica o el hidrógeno verde, pero sin renunciar a otras fuentes como la nuclear, a fin de reforzar el sistema eléctrico y reducir la dependencia del exterior. Actualmente, más del 40% de la energía consumida en la Comunitat Valenciana se importa. “Esa dependencia nos hace vulnerables, frena la atracción de inversiones, resta competitividad a nuestras empresas y compromete el empleo”, ha subrayado Mazón.

En caso de cierre inmediato de Cofrentes, la dependencia energética se dispararía hasta el 73%. Para Mazón, esto afectaría gravemente a más de 12.000 empresas industriales altamente dependientes del suministro eléctrico, que sustentan 184.000 empleos directos y 235.000 indirectos.

También ha lamentado la falta de legislación clara por parte del Gobierno central sobre almacenamiento energético, y ha calificado de “inmoral” que el precio de la luz “dependa de decisiones políticas y de un ambientalismo mal entendido y peor ejecutado”.

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Menos burocracia, más agilidad

Uno de los pilares de esta estrategia para alcanzar la soberanía energética es la reducción de la burocracia. Mazón ha anunciado que asociaciones y entidades profesionales podrán acreditarse como colaboradoras en la certificación de instalaciones de energías renovables, lo que, asegura, permitirá ahorrar más de un año en los trámites. Esta medida se ampliará también a líneas eléctricas y subestaciones.

Además, la Generalitat prepara una reforma normativa para que las autorizaciones de producción, transporte y distribución energética se reduzcan drásticamente: de los tres a cinco años actuales a un plazo máximo de seis meses. También se facilitará la construcción de instalaciones más resistentes frente a emergencias como riadas.

Recuperar el tiempo perdido

Mazón ha reivindicado que su gobierno ha cambiado la dinámica heredada del Botànic. “En menos de un año hemos autorizado 74 instalaciones con más de 1.500 megavatios de potencia y desatascado casi 20.000 expedientes”, ha detallado. En contraste, ha criticado que entre 2018 y 2023 apenas se instalaron 100 megavatios de energía solar fotovoltaica en la Comunitat, frente a los miles de megavatios instalados en otras regiones como Extremadura (5.994) o Castilla-La Mancha (5.349).

“Necesitamos garantizar una energía limpia, barata y constante para atraer inversiones que generen empleo de calidad y mejores servicios públicos”, ha afirmado, destacando que el territorio valenciano tiene condiciones óptimas para el desarrollo de renovables, así como un tejido empresarial energético de referencia mundial.

Una estrategia ambiciosa y multidisciplinar

La Estrategia Energética incluye 14 ejes de actuación que abarcan toda la cadena del sistema energético. Entre ellos, se encuentran la simplificación administrativa, energía solar y eólica, biogás, hidrógeno verde, almacenamiento energético, redes eléctricas, cogeneración, vehículo eléctrico, certificados de eficiencia, captura de CO₂, ahorro energético en sectores productivos y energía nuclear.

Algunas de las medidas para alcanzar la independencia energética de la Comunitat Valenciana ya están en marcha, como la actualización de los planes eólico, de biomasa o del vehículo eléctrico. Mazón ha resaltado también la inversión privada comprometida en el territorio, que asciende a 10.000 millones de euros, y ha remarcado que contar con capacidad energética segura y competitiva será clave para retener y atraer nuevas inversiones.

“Si garantizamos esta energía, no solo aseguramos esos proyectos, sino que vendrán más”, ha concluido el president.