Desafiando los cero grados del termómetro en un mañana de domingo, La Vilavella se ha convertido este 29 de enero en uno de los epicentros de las marchas de montaña de toda la Comunitat Valenciana. Y es que las fiestas del patrón del municipio, Sant Sebastià, no podían tener un colofón más intenso en el año en que por fin el regreso a la normalidad ha multiplicado la participación en estos festejos de carácter eminentemente litúrgico y religioso.
Con una inscripción prevista para un aforo máximo de 1.000 corredores y corredoras, la alta participación hizo que se agotaran los dorsales tres días antes de la fecha límite prevista. Todo un hito, y más teniendo en cuenta que, como comenta su alcalde, Sebastià Roglà, “La Vilavella se había quedado fuera de los circuitos de carreras de muntanya de la Diputación, algo que hace que pierda mucha participación al no entrar dentro de estos eventos deportivos“.
Sin embargo, pese a eso, la difusión y el empeño del municipio por volver a ocupar su lugar con esta prueba ha logrado que la autorización máxima de mil inscripciones que se estimó, se quedara corta y duplicara la participación de la última edición.
Del mismo modo, también destaca el alcalde que este evento deportivo marca el colofón con una jornada en que el municipio “se llena de gente desde las siete de la mañana, cuando quienes acompañan a los participantes empiezan a venir, y luego tras la carrera también se suelen quedar por La Vilavella, a comer, a reunirse y en general se trata de una des las jornadas donde quizás, fuera de las fiestas de toros que también son un gran reclamo en toda la provincia, más participación de fuera hay”.
Con todo, y pese al frio que no ha empañado en absoluto este encuentro, la ‘XIII marxa de muntanya de Sant Sebastià’ ha vuelto a marcar uno de sus mejores tiempos.
