El Grupo Municipal Socialista ha reclamado a la alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, que “active de inmediato la Ordenanza Municipal de Movilidad Sostenible que impulsó el Acord de Fadrell», una normativa aprobada de manera inicial por el anterior gobierno progresista en el pleno de octubre de 2022 y que, tras pasar fase de exposición pública, “sigue pendiente de ser ratificada de forma definitiva por PP y Vox, a quienes parece que poco o nada les interesa el tema”.
Jorge Ribes, concejal socialista responsable de poner en marcha la ordenanza durante el pasado mandato, señala que “estamos viendo con preocupación cómo la señora alcaldesa tiene guardada en un cajón esta normativa”, que es fundamental para regular, entre otras cuestiones, las condiciones de seguridad de los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), es decir, los patinetes.
El edil socialista señala que “todos hemos conocido durante las últimas semanas accidentes de tráfico en nuestra ciudad en los que se han visto implicados usuarios y usuarias de patinetes, que siguen sin disponer de unas normas fundamentales para poder circular con las mejores garantías por la ciudad”.
Frente a ello, “tenemos al frente de la concejalía de Movilidad, Cristian Ramírez, que está siendo noticia a nivel nacional más por los escándalos que le rodean que por su nefasta gestión al frente del área, ya sea por el caso de las multas por aparcar mal como por su decisión de retirar el autobús gratuito para los jóvenes de nuestra ciudad”.
Al respecto, Jorge Ribes señala que “el señor Ramírez solo se dedica a ocultar qué ha pasado con las presuntamente 134 multas que aún no ha pagado por aparcar de manera irregular en zona azul”. Para el edil socialista, “lo triste es que este concejal del Partido Popular no haya dimitido ni que la alcaldesa tenga la valentía de cesarle, porque encima no es ni capaz de aprobar de forma definitiva la ordenanza de movilidad de la ciudad”.
Taxis
Ribes subraya además que hay otros sectores de gran importancia para la ciudad pendientes de la ordenanza, como es el de los taxis, «y más si cabe tras las manifestaciones públicas de algunos concejales y concejalas de PP y Vox que han abierto las puertas a los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) en la ciudad frente a la protección del taxi que defendíamos desde el Acord de Fadrell y que ya recogimos en la aprobación inicial de la ordenanza».
El texto final tenía que incorporar un articulado propio sobre el taxi que reconocía su singularidad como servicio público y atendía de esta manera las reivindicaciones del sector», recuerda Jorge Ribes, quien insta a Begoña Carrasco y Cristian Ramírez a «decir de manera clara si van a seguir adelante con la ordenanza que iniciamos nosotros para respaldar sus reivindicaciones o les van a traicionar».