El portavoz del equipo de gobierno en el ayuntamiento de Castelló, Vicent Sales ha manifestado que nadie le ha de decir al consistorio “cómo han de ser las esculturas de la ciudad”. Sales ha respondido así a la preferencia porque sea “una cruz” el monumento contra la violencia, tal como pidieron sus socios de gobierno y que el conseller de Cultura, Vicente Barrera, en declaraciones al periódico El Mundo, Castellón al día, había manifestado que era lo que prefería.
El portavoz municipal también ha apuntado que por el momento, en el ayuntamiento, sus socios de Vox aún no han pedido esa reunión formal para plantear su petición. Algo a lo que minutos más tarde, el portavoz del partido de ultraderecha, Antonio Ortolá, le quitaba importancia asegurando que no había ninguna razón especial por la que aún no se hubiera solicitado el encuentro formalmente, aunque ha apuntado que sí que han hablado.
El monumento a Miguel Ángel Blanco, una posibilidad
En cuanto al dónde y al qué del futuro monumento, una de las posibilidades que está sobre la mesa, según ha confirmado Sales, sería que precisamente, ese espacio dedicado a la figura del asesinado Miguel Ángel Blanco, que ya se acordó realizar, como homenaje y símbolo de la unidad contra la violencia, confluyera ahora en la idea de ese nuevo monumento.
No obstante, en caso de que su ubicación fuera el mismo espacio del parque Ribalta donde se ubicaba la cruz, hay que recordar que al ser este entorno verde, BIC, se necesitaría de nuevo el permiso de la Conselleria competente.
Eso significa que al plantear erigirse un nuevo monumento, cabe la posibilidad que se repitiera el periplo ya ocurrido con la reforma de la antigua Pérgola, cuyo proyecto se paralizó después de ser presentado, presupuestado y adjudicado, por una rectificación en las decisiones tomadas entre consellerias dirigidas por representantes de distinto signo político.