La Unió Llauradora ha advertido de que el precio de la fruta de verano —como melocotones, nectarinas, paraguayos, pavías y ciruelas— se cuadruplica desde su recolección en el campo hasta su venta en grandes superficies. Esta diferencia, aseguran, deja a los agricultores en una situación crítica al no cubrir ni siquiera los costes de producción.
En plena campaña de recolección en la Comunitat Valenciana, donde hay 9.188 hectáreas de frutales cultivadas, los precios en origen apenas superan los del año anterior. Por ejemplo, en el caso de la nectarina, se espera alcanzar 1 €/kg en campo, mientras que en supermercados ya se está vendiendo a 5,40 €/kg. En 2024, el productor recibió una media de 0,70 €/kg, frente a los 3,50 €/kg que pagó el consumidor.
Fruta de gran calidad, pero con merma de producción
La organización agraria ha señalado que la fruta recogida en las zonas no afectadas por fenómenos meteorológicos extremos presenta una calidad excelente, con calibres óptimos y sin apenas destrío. No obstante, en parcelas golpeadas por el pedrisco se registran pérdidas notables, lo que podría reducir el volumen total de cosecha por debajo de las 13.000 toneladas previstas inicialmente.
A pesar de este descenso, la fruta valenciana de verano mantiene un estándar elevado en comparación con la que llega desde países extracomunitarios, un argumento que La Unió quiere poner en valor.
Reclaman campañas públicas y más inversión
La Unió propone lanzar campañas públicas de promoción desde el Gobierno y la Generalitat para fomentar el consumo de fruta local. Estas campañas deben destacar los beneficios nutricionales, la proximidad y la sostenibilidad de la fruta de temporada, frente a la procedente de terceros países.
La organización también ha alertado sobre la falta de mano de obra cualificada para las tareas de aclarado y recolección, y ha pedido más fondos para investigación agraria. El objetivo es desarrollar variedades adaptadas al cambio climático y asegurar la competitividad del campo valenciano en el mercado global.
Además, La Unió subraya que el consumo de fruta en España ha caído un 24,8 % en la última década, siendo los cítricos y las frutas de pepita los más afectados. Mientras tanto, solo las frutas exóticas muestran una tendencia creciente.