Un trágico accidente en Fontcalent, Alicante, pone fin a la vida y a la trayectoria profesional de un Pedro Luís Sirvent, de la pirotecnia Hermanos Sirvent. Una empresa referente en el sector y que además debía disparar la mascletà que entra en concurso del último sábado de Magdalena.
De momento, con el luto por la trágica pérdida y uno de los heridos ingresado de gravedad con fuertes quemaduras en La Fe de València, todo queda en el aire, y a tenor de las circunstancias ya decidirán sus hijos, también pirotécnicos, si siguen o no adelante con el disparo, incluso como homenaje a su padre.
Sin embargo, y al margen de la decisión que tomen, en Castellón, tanto para los amantes de la pirotecnia como para ‘tot el món de la festa’, Pedro deja ya en el imaginario popular del anecdotario festero castellonense, la pintoresca escena de aquel disparo lloviznando, y aún con mascarillas, en que se encendió la mecha acercándola a las Reinas de aquel año, Carmen y Gala, con un ya mítico paraguas.
