El Debate sobre el Estado de la Provincia celebrado en la Diputación de Castellón ha escenificado el profundo enfrentamiento entre el equipo de gobierno del Partido Popular y el grupo socialista. La presidenta, Marta Barrachina, ha defendido su gestión como una “máquina en marcha que escucha y llega donde otros no llegan”, mientras el portavoz del PSPV-PSOE, Samuel Falomir, ha acusado al PP de “gobernar desde un búnker” y de “devolver la política provincial a la más absoluta bajeza, como en los tiempos de Carlos Fabra”.
Avances en bienestar, agua y conectividad según el PP
Durante su intervención, Barrachina ha afirmado que “la Diputación ha vuelto a ser la casa de los 135 municipios de Castellón” y ha hecho un repaso de la gestión iniciada en julio de 2023. Ha destacado el incremento del 12% en el presupuesto de Bienestar Social, con más servicios como el Menjar a Casa, que desde julio se financia en un 90% desde la Diputación.
También ha señalado que en estos dos años se han rehabilitado 33 kilómetros de carreteras con una inversión de 26,8 millones de euros, y ha subrayado el papel del Plan Diputació Impulsa y los convenios singulares como herramientas de apoyo a los ayuntamientos.
Especial protagonismo ha tenido la gestión hídrica, calificada por Barrachina como “la legislatura del agua”. Se han invertido 9,6 millones de euros en depuración, se ha creado el Consorcio Provincial de Aguas y se ha lanzado la línea AGA para garantizar agua potable en municipios de menos de 20.000 habitantes. Además, se ha apostado por la eficiencia energética, con placas solares en 61 municipios y renovación del alumbrado en 22.
Otros ámbitos destacados han sido el refuerzo del Consorcio Provincial de Bomberos, el nuevo contrato de control de mosquitos, el apoyo al sector rural y el impulso turístico con un 34% más de presupuesto y programas como Castelló Ruta de Sabor o Castellón Sénior.
Duro ataque del PSPV: “Desprecio al diálogo” y “modelo antipueblos”
Desde la bancada socialista, Falomir ha lanzado duras críticas contra la gestión de Barrachina, a quien ha acusado de atrincherarse en un “desprecio absoluto hacia el diálogo, la oposición y las necesidades reales de los municipios”. “Solo se ha aprobado una moción socialista en un año. Nos ven como enemigos y nos insultan, pero nosotros seguimos tendiendo la mano”, ha manifestado.
Ha denunciado que el PP “ha convertido la Diputación en el patio particular del partido” y que son “incapaces de incomodar a Mazón”, bloqueando iniciativas que exigen más inversión de la Generalitat. También ha recriminado la supresión inicial del Fondo de Cooperación Municipal, revertida tras la presión judicial y política de alcaldes y alcaldesas. “Esperamos que en 2026 no jueguen a despistar y lo incluyan desde el principio”, ha añadido.
Falomir ha criticado que el PP “prefiere repartir de forma opaca mediante convenios singulares” y ha reclamado criterios claros de reparto. También ha alertado del silencio institucional ante el cierre de Marie Claire en Els Ports, la reducción de oficinas Ofisam, el conflicto de los bomberos y la ineficaz respuesta a la plaga de mosquitos.
Dos visiones opuestas sobre el rumbo de la provincia
En materia social, el portavoz del PSPV ha denunciado la “asunción del marco ideológico de VOX” por parte del PP, lo que —según él— ha llevado a la retirada de ayudas a colectivos artesanos, ONG de cooperación y entidades de memoria democrática. Además, ha reclamado el uso de los 19 millones de remanente de tesorería para adelantar recursos a ayuntamientos y mancomunidades ante el colapso económico de los servicios sociales.
Frente a ello, Barrachina ha reivindicado una gestión “con rigor, trabajo y altura de miras”, basada en “escuchar para actuar y actuar para avanzar”. Ha reclamado al Gobierno central los 221 millones de euros pendientes para la provincia y ha destacado la “buena coordinación” con la Generalitat Valenciana en materia sanitaria y educativa.
El debate ha concluido con Barrachina defendiendo que “estamos cumpliendo y seguiremos cumpliendo”, y Falomir advirtiendo que “sin diálogo llegan las guerras” y que la Diputación, tal como está, “no es útil para la ciudadanía”.