El alcalde de Burriana, Jorge Monferrer, ha compartido su visión sobre los desafíos y oportunidades del litoral de su municipio, exponiendo sus proyectos y compartiéndolos en un desayuno de trabajo con otros municipios organizado por Actualidad Castellón con la colaboración de la Conselleria de Medio Ambiente.
Durante el encuentro, en el que también han participado los ediles de Almassora, Benicàssim y Castellón, Monferrer ha detallado las principales líneas de trabajo para abordar fenómenos climáticos, impulsar el turismo y fomentar el desarrollo sostenible de la fachada marítima.
Una apuesta por la identidad local y la cooperación
Monferrer destacó la necesidad de que Burriana evolucione basándose en sus ventajas competitivas, especialmente su costa de 15 kilómetros. “Desde el principio, he defendido la idea de trabajar como un área metropolitana, sin competir entre municipios vecinos, sino buscando un futuro que Burriana necesita tras años de abandono”, afirmó. En su opinión, la clave está en transformar el litoral de manera sostenible y aprovechando las bondades locales, en lugar de replicar modelos industriales exitosos en otras localidades.
Zona sur: un reto pendiente
El alcalde señaló el problema histórico de regresión en la costa sur de Burriana, agravado por la ubicación de infraestructuras como la depuradora y la falta de planificación. Según explicó, esta área ha perdido más de 200 metros de playa debido a la erosión provocada por el puerto y la ausencia de espigones. Pese a los esfuerzos de los vecinos, que han financiado hasta tres muros de contención, las soluciones definitivas dependen de la aprobación de la Declaración de Impacto Ambiental para construir un espigón frente a la depuradora, trámite que lleva más de dos años pendiente.
Además, Monferrer destacó que ya se ha acordado con la Generalitat el traslado de la depuradora lejos de la costa, un proyecto licitado por 360.000 euros. Esta medida, junto con la creación del espigón, permitirá recuperar y revitalizar la zona sur para el desarrollo turístico y medioambiental.
Zona central: apertura hacia el mar
La playa del Arenal y el puerto representan el área más desarrollada del litoral burrianense, aunque con limitaciones. Monferrer criticó que el puerto, uno de los pocos en la Comunidad Valenciana que no está integrado en la ciudad, obstaculiza las vistas al mar. En respuesta, el ayuntamiento ha proyectado la transformación del antiguo varadero en una plaza gastronómica y deportiva que fomente el turismo náutico, una noticia de la que se hacía eco meses atrás el medio que este miércoles congregó a municipios costeros de la Plana en un encuentro de trabajo.
“El desarrollo del puerto es crucial. Ya hemos instalado un campo de kayak polo, un deporte en auge en el que Burriana tiene campeones mundiales y europeos. Queremos convertirnos en un referente del turismo y deporte náuticos”, apuntó.
Por otro lado, el alcalde anunció la modificación del Plan General de Ordenación Urbana para ordenar los 240.000 metros cuadrados del Arenal, en su mayoría de propiedad municipal. Según Monferrer, el 90% de este espacio se destinará a zonas verdes y el 10% a desarrollos turísticos como hoteles y restaurantes, con el objetivo de que se convierta en “la joya de la corona de Burriana”.
Sant Gregori: un desarrollo complejo
El sector norte, conocido como Sant Gregori, enfrenta retos derivados de decisiones urbanísticas previas anuladas por los tribunales. Monferrer explicó que el Ayuntamiento asumirá la gestión directa del proyecto para garantizar su viabilidad y evitar posibles riesgos económicos. Asimismo, se dará a los propietarios la posibilidad de decidir si quieren seguir participando en el desarrollo urbanístico o recuperar el valor de sus parcelas.
Sin embargo, el alcalde también subrayó que el futuro de esta área depende de las decisiones pendientes de Costas sobre el litoral, un aspecto que aún no cuenta con respuestas claras pese a los años de espera.
Un modelo basado en la sostenibilidad
En su intervención, Monferrer reafirmó su compromiso con un desarrollo equilibrado que conjugue la recuperación ambiental y el impulso turístico. “El futuro de Burriana pasa por aprovechar nuestras fortalezas: una costa excepcional, el deporte náutico y un urbanismo que respete el entorno. Debemos actuar con visión a largo plazo y en colaboración con todos los agentes implicados”, concluyó.