El Colegio Oficial de Enfermeros y Enfermeras de Castellón (COECS) ha denunciado la grave saturación que viven los consultorios auxiliares de playa en municipios turísticos de la provincia. Aquí, el personal de enfermería asegura estar trabajando al límite por la falta de recursos humanos.
“La semana pasada llegamos a atender a unos 200 pacientes en un solo día, la sala de espera estaba abarrotada”, relató una profesional en referencia a lo ocurrido en Oropesa del Mar.
La presidenta del COECS, Isabel Almodóvar, ha subrayado que estas condiciones “generan una carga de trabajo inhumana”. Además, ha instado a la Conselleria de Sanidad a reforzar las plantillas de verano con una planificación adaptada a la afluencia real de visitantes.
«Un medico y una enfermera» hasta las 9 de la noche
Según datos del INE, en agosto del pasado año la provincia de Castellón recibió más de 764.000 visitantes. Esta cifra supera con creces a su población habitual, situada en poco más de 600.000 habitantes. En localidades como Oropesa, con 11.700 vecinos, se registraron más de 117.000 visitantes, lo que tensionó al máximo los recursos sanitarios.
En este municipio, dos consultorios auxiliares refuerzan al centro de salud, pero uno de ellos solo abre por las mañanas. Esto deja al otro, con apenas un médico y una enfermera, la atención de miles de personas hasta las nueve de la noche. A esta sobrecarga se suma que los fines de semana los consultorios permanecen cerrados, trasladando toda la presión al centro de salud.
«Planificación realista»
El COECS reconoce los esfuerzos de Sanidad, como la apertura de siete consultorios de playa y el refuerzo de 19 centros, con una inversión cercana a los nueve millones de euros. Sin embargo, alerta de que estas medidas son insuficientes. “Es de suponer que estas escenas se repiten en otros puntos de la provincia”, advierte Almodóvar.
La entidad colegial exige una planificación realista que garantice atención sanitaria digna para residentes y turistas. También pide acabar con la precariedad en los contratos de verano que desincentiva al personal. “Si la situación no cambia, muchos profesionales se negarán a trabajar en estas condiciones”, advierten desde el colectivo.
