La excelente floración que están teniendo este año cultivos como la viña, el olivar, los almendros y en general los frutos secos o el cerezo, no se traducirá en buenas producciones “si no llueve en los quince o veinte próximos días”. Así lo advierte el Secretari General de la Unió Llauradora i Ramadera, Carlos Peris, en declaraciones a Actualitat Valenciana.
A pesar de los últimos episodios de lluvias localizadas estos días, el peligro de cómo afectará esta sequía a los campos valencianos, se está haciendo más que evidente. De hecho, Peris explica gráficamente que cuando la planta “tiene una muy buena floración que en condiciones normales supondría una alta productividad, si no tiene agua suficiente y padece lo que se conoce como ‘estrés hídrico’ su defensa es sobrevivir y para ello suelta flor, con lo que disminuye la producción final porque echa a tierra la mitad de lo que podría ser fruto, o reduce el tamaño, cono lo cual también es negativo”.
El secretario de la Unió, explica como en zonas de almendros, cerezos, o vides, las plantas “ya están echando el fruto al suelo mucho más de lo que nos gustaría” y se muestra preocupado por lo que esto supondrá para los agricultores en cuanto a pérdidas. Además lamenta que “al venir de producciones bajas, el campo tenía más fuerza y ha coincidido que un año muy bueno en cuanto a floración, no tendrá los resultados esperados a causa de la sequía”.
¿Cómo repercutirá en los precios finales de consumo?
En cuanto a la medida en qué esta situación se traducirá también en los precios finales al consumidor, Peris señala que la situación depende de muchos factores dado que una cosa es lo que se produce en la Comunitat y otra la procedencia de todo lo que se consume. Sin embargo reconoce que en una momento de sequía generalizada, en algunas campañas se va a notar por un tema de oferta y demanda.
Le preguntamos por el aceite, por ejemplo, y reconoce que en comarcas como El Maestrat, donde los olivos también están padeciendo las consecuencias que describe, lógicamente la baja producción, encarecerá el producto dinal. Por otra parte, la comarca de Utiel-Requena con todas las hectáreas dedicadas al cultivo de vid, también mermará su producción si no mejoran las condiciones, y así sucesivamente con los lugares productores de cereza o los cultivos de secano y de frutos secos esparcidos a lo largo de la Comunitat.
De momento, quienes tratan de sobrevivir del campo, están muy pendientes de las próximas dos o tres semanas que para muchos cultivos de las campañas más próximas marcarán el punto de inflexión.
Por otro lado, también en el caso del sector de regadío, la necesidad de aumentar la frecuencia de riego para evitar que pase lo que está ocurriendo en el secano, también supone unos costes adicionales, con lo que la situación también es similar.
Ganadería: menos pastos, más pienso y más caro
En cuanto a la ganadería, un sector casi siempre olvidado en la Comunitat, como recuerda Peris, desde La Unió explican que esta ausencia de lluvias provoca falta de pastos y por tanto el aumento del coste de la alimentación animal al tener que comprar más pienso, que, con la subida del cereal ya conocida por las consecuencias derivadas de los conflicos bélicos, empeora aún más la situación del sector.
Como explicaban recientemente desde esta misma agrupación en las distintas reuniones mantenidas con responsables nacionales, “LA UNIÓ pide que se adopten medidas urgentes que en el caso de los cereales sería poder arar la superficie sembrada para dejarla en barbecho antes de finalizar el período obligatorio que se establece para cumplir con la condicionalidad de las ayudas de la PAC o permitir, de oficio, la entrada de ganado en las parcelas sembradas sin que ello afecte al cumplimiento de la condicionalidad.
Sobre la ganadería extensiva, LA UNIÓ reclama una ayuda directa por los costes adicionales de la alimentación a consecuencia de la sequía (se incluye la apicultura) y también una autorización de oficio para permitir pasturar en parcelas sin afectar a la condicionalidad ni a las ayudas PAC
En líneas generales, aparte de las medidas específicas para esos sectores más amenazados, LA UNIÓ demanda una batería de medidas para paliar los efectos de la sequía y entre ellas una línea de apoyo a las explotaciones agrícolas y ganaderas con pérdidas de producción bruta de, al menos, el 20% de la producción”.
