La visita del President de la Generalitat, Carlos Mazón, a las fiestas de la Magdalena 2025 en Castellón ha estado marcada por un intenso clima político que obligó a cambiar los planes inicialmente previstos. Mazón tenía como objetivo felicitar a las comisiones de las gaiatas ganadoras, siendo la gaiata 15 Sequiol premiada en categoría infantil y la gaiata 6 Farola-Ravalet en la categoría general.
Recepción accidentada en Sequiol
A su llegada a la gaiata 15 Sequiol, Mazón fue recibido cordialmente por los miembros de la comisión. Sin embargo, en medio de este acto festero comenzaron a escucharse increpaciones aisladas, lo que presagiaba las tensiones posteriores.
Escrache y tensión en la gaiata 6 Farola-Ravalet
La situación escaló en la gaiata 6, donde miembros vinculados al colectivo «la Cosa Nostra» llegaron anticipadamente con pancartas y consignas de «Mazón dimisión». La presencia policial se incrementó considerablemente para evitar enfrentamientos y asegurar la separación entre política y festividad.
Ante un ambiente cada vez más crispado, Carlos Mazón decidió no visitar personalmente la gaiata 6 para evitar mayores tensiones y garantizar la seguridad de las máximas representantes del ente festero. La visita institucional quedó finalmente en manos del Conseller de Medio Ambiente, Vicente Martínez Mus, quien felicitó a presidentes y madrinas de la comisión ganadora.
Reacción institucional y suspensión de la visita
El Ayuntamiento de Castellón ha emitido un comunicado oficial lamentando y condenando los incidentes. Según el consistorio, estos hechos representaron una «politización violenta» que impidió «el normal desarrollo de la visita institucional» y afectó negativamente a las fiestas y a las comisiones festivas, destacando además la especial relevancia de la Magdalena este año, que estrena su condición de Bien de Interés Cultural.
Asimismo, se denunció la presencia de grupos ultra que planificaron la protesta contra el President, lo que obligó a suspender la visita prevista por razones de seguridad.
La politización del evento ha generado polémica y empañado una festividad tradicionalmente vivida como una tregua política, dedicada exclusivamente a la celebración cultural y social.
