Antonio Sebastián Nebot, conocido popularmente como Toni ‘el figuero’, ha sido elegido ‘Adelantat’ de L’Aljama 2026, un reconocimiento con el que la asociación cultural distingue a una figura popular de la ciudad por su contribución a la preservación de la tradición festiva y gastronómica local. El nuevo Adelantat tomará el relevo de la Fundación Balaguer Gonel Hermanos, que ha ostentado este cargo honorífico durante 2025.
Desde L’Aljama destacan que el nombramiento pone en valor una trayectoria vinculada a uno de los sabores más característicos de las fiestas de Castelló, las tradicionales ‘figues albardaes’, convertidas con el paso de los años en un símbolo reconocible de las celebraciones populares.
Cargo de ‘Adelantat’
El cargo de ‘Adelantat’ conlleva la presidencia honorífica de la asociación cultural y la participación destacada en el Pregó de la Magdalena, donde desfilará junto a L’Aljama en lo alto de la carroza noble. El nombramiento se hará oficial tras la cena de gala anual que organiza la entidad, prevista para el sábado 7 de febrero de 2026.
Toni Sebastián forma parte, junto a su inseparable esposa Paquita Cardo, del imaginario colectivo castellonense. Durante décadas, ambos han estado al frente de su parada de venta ambulante, presente en las principales fiestas de la ciudad, ofreciendo las apreciadas figues albardaes, una elaboración que ha pasado de generación en generación.
Saga familiar
Su historia se inscribe en una saga familiar dedicada a esta tradición desde los años cuarenta del siglo pasado, cuando su madre, Anita ‘la monsagua’, instalaba su puesto allí donde se celebraban fiestas populares. Ya jubilado, Toni ha cedido el testigo a su hijo, Antonio Sebastián Cardo, y a su nuera, Mati Charquero, quienes continúan el legado familiar al frente de la ‘Botiga de la Figa’, situada en la calle San Félix.
En este establecimiento se pueden degustar la clásica figa albardà, churros con chocolate y otras especialidades elaboradas a base de higo y dulces tradicionales, tanto para consumir en el local como para llevar, manteniendo viva una de las señas de identidad gastronómica de las fiestas de Castelló.
