Dos de las asociaciones y plataformas no oficiales más activas en redes sociales y en difusión de imágenes de personas desaparecidas dejarán de difundir imágenes. A partir de hoy, 18 de agosto, SOS Desaparecidos y Adonay
En un comunicado difundido a los medios explican que cuestiones legales les impiden seguir haciendo la tarea de difusión. En el caso de la más veterana se inició hace 15 años. Su objetivo se centró en una ayuda adicional de difusión masiva a las familias que personas desaparecidas.
No obstante el texto, apunta que es una «barrera legal insalvable« la que «pone en riesgo nuestra propia existencia como entidad de ayuda». Y es que según «la reciente interpretación de la normativa de protección de datos, centrada en la «huella digital» y el «derecho al olvido», estos colectivos de voluntariado para ayudar que no cuentan con presupuesto ni infraestructuras, no pueden garantizar el cumplimiento de esta ley.
El comunicado lamenta que solo se pueda dar difusión a las imágenes del Centro Nacional de Desaparecidos. Además el texto arremete contra la decisión argumentando el mayor alcance de sus plataformas frente a las oficiales.
Pese al evidente enfado del comunicado, se transmite la decisión tomada de «dejar de difundir las imágenes de los casos de desaparición»
Comunicado íntegro de las asociaciones
«Comunicado de prensa dirigido a los millones de mujeres y hombres que siguen nuestras redes sociales y difunden las alertas de personas desaparecidas de ambas entidades. Dirigido también al voluntariado en búsquedas, a los Cuerpos de Seguridad del Estado, servicios de emergencia, policías locales, personal de seguridad, empresas colaboradoras y medios de comunicación que tanto apoyo nos brindan en la localización de personas desaparecidas.
Aplicando que “todos sumamos” se traduce además del esfuerzo colectivo en un bálsamo y luz de esperanza. Esto para los familiares que atraviesan tan cruel y desesperante realidad.
Con una profunda tristeza, frustrados y maniatados, nos vemos obligados a tomar una meditada decisión conjunta de ambas entidades. Jamás pensamos que fuera necesaria, los acontecimientos ajenos a nuestra voluntad nos obligan a ello.
A partir de este triste día 18 agosto 2025, ASOCIACIÓN SOSDESAPARECIDOS y PLATAFORMA ADONAY “dejaremos de difundir las imágenes de los casos de desaparición. Estas son las que publica en su web el Centro Nacional de Desaparecidos.”
Desde los inicios hace 15 años y 2 años respectivamente, ha sido nuestra voluntad la ayuda para localizar a personas desaparecidas. También el apoyo a sus familiares, ser voz de quienes no la tienen y por supuesto la máxima colaboración y respeto a los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado.
Uno de esos frutos fue en el año 2017, después de casi cuatro años de reuniones. Mostrando las necesidades, inquietudes y la triste realidad lejos de los despachos oficiales, conseguimos que por el entonces ministro interior Sr. Juan Ignacio Zoido entrara en funcionamiento el Centro Nacional de Desaparecidos. Fue un proyecto de colaboración, de escucha, debate constructivo de futuro y a la vez entusiasta. Valoramos ahora lo importante que es cuando el poder sabe escuchar. Así fue en los primeros años.
Lamentablemente los últimos años del órgano (CNDES) creado para la unidad han sido desafortunados. Debería salvar los obstáculos que tienen los familiares de desaparecidos. Sin embargo, se ha convertido en un total desprecio a nuestras respectivas entidades. Han ignorado proyectos y consejos desde nuestra dilatada experiencia, además de presionarnos para que dejáramos de emitir nuestras alertas y solo diéramos difusión a las del CNDES. En pocas palabras, querían que renunciáramos a más del 78% de difusión de alertas en favor de un escaso 22%.
Es decir, no tiene comparación la difusión oficial de un órgano del Estado con presupuesto millonario propio. En contraste con la realizada por estas entidades desde el voluntariado y con presupuesto cero.
Esta dolorosa medida no se debe a una falta de voluntad ni a un cambio en nuestro compromiso con las familias. Todo lo contrario. Nuestra misión sigue siendo la misma: difundir, ayudar y acompañar a las familias en uno de los momentos más difíciles de sus vidas. Sin embargo, nos enfrentamos a una barrera legal insalvable que pone en riesgo nuestra propia existencia como entidad de ayuda.
La reciente interpretación de la normativa de protección de datos se centra en la «huella digital» y el «derecho al olvido». Principalmente, la falta de voluntad un tanto torticera por parte del CNDES nos afecta. No desean que demos mayor difusión a sus alertas con nuestros formatos, que son los reconocidos. Esto nos coloca en una situación insostenible. Compartir sus imágenes y los datos mínimos de la persona desaparecida, solo para ayudar y colaborar de forma altruista, podría acarrear sanciones económicas que no podemos asumir.
Es un hecho que una vez que una alerta de desaparición se difunde, resulta prácticamente imposible su borrado total de la red. Ni siquiera el Centro Nacional de Desaparecidos puede garantizarlo, ya que las alertas permanecen indexadas en los buscadores. Por lo tanto, no podemos exponer nuestra eficaz labor directa con los familiares por el simple hecho de querer ayudar en las alertas del CNDES. No deseamos ser sancionados, especialmente en un país democrático como el nuestro.
Hemos intentado por todos los medios encontrar una solución colaboradora y de futuro con el CNDES. Desafortunadamente, por el momento no ha sido posible. Esto va en detrimento de los familiares y las personas desaparecidas.
Queremos recordar a quienes ahora se alegran de esta situación, que las alertas del CNDES que difundíamos lograban una difusión masiva. Llegaban a millones de personas en todo el mundo. En muchísimos casos, esta difusión era clave para la localización.
Los familiares que necesiten nuestra masiva difusión les aconsejamos se pongan en contacto lo más rápidamente posible con nuestras entidades. El tiempo nunca corre a favor.
Dejamos constancia y reafirmamos que el CNDES y el Ministerio de Interior siguen teniendo nuestra mano tendida. Es una oferta desinteresada y altruista para colaborar de manera justa, necesaria, y sobre todo constructiva. Esto, a favor de los familiares de personas desaparecidas, muy alejado de otros intereses partidistas y lucrativos ahora presentes».

