Samuel Falomir compagina su trabajo al frente del ayuntamiento de L’Alcora con atender a sus compañeros de partido, como secretario del PSPV en la provincia de Castellón y ahora, en plena campaña electoral para los comicios del 28M, suma a sus labores la petición del voto al vecindario para que renueven su confianza en él como alcalde.
Sin embargo, ni la falta de horas para su vida personal, ni la intensidad de su agenda consiguen borrarle la sonrisa, ni el tiempo para atender a quien le reclama, ya sea en vivo o por las redes sociales.
Con una hoja de ruta muy clara en lo político y consciente de la responsabilidad que supone tomar decisiones en un pueblo con vecinos exigentes, Falomir tiene claro que como primer edil es cuestionado y fiscalizado por sus vecinos a quien tilda de “exigentes con quienes les gobiernan”. No obstante, sus miras siguen en la proyección de un futuro construido día a día en el que el paro o la vivienda dejen de ser un quebradero de cabeza para un municipio industrial en ciernes de potenciar y explotar muchos de sus atractivos, aún pendientes de convertirse en motivo para devolver el esplendor a la capital de l’Alcalatén.
Pregunta: Sr. Falomir, describa con unas breves pinceladas, cómo está L’Alcora en estos momentos en cuanto a los proyectos y también aspectos más relevantes que le preocupan.
Respuesta: Como cosas positivas la gestión económica nos permite embarcarnos en proyectos importantes para el municipio y ahí hay que contar también con los dos millones de Fondos europeos. Hablamos de actuaciones en polígonos industriales, del avance de la biblioteca, de la Real Fábrica…. en general hay una hoja de ruta donde también están en la casilla de salida muchas más acciones para licitarse donde se incluyen desarrollar soluciones a problemas como el de la vivienda.
Tampoco hay que olvidar que como centro de la industria cerámica hay preocupación por los temas internacionales, y por supuesto con los puestos de trabajo. Por otro lado, otro punto importante que está sobre la mesa es el paro juvenil y se ha detectado esa falta de mano de obra profesionalizada. Hablas con la gente y estos problemas están ahí, por eso estamos haciendo todo lo que podemos. Impulsar esa formación que reclamamos desde la FP o esa escuela de Oficios donde se aprenda aquello que se demanda en el mundo laboral.
P: Es decir, que ahora que le van a valorar por lo que se ha hecho durante este tiempo, aún quedan muchas cosas pendientes
R: Una legislatura da para lo que da. Si que es cierto que hay cosas muy importantes y por supuesto aunque trabajamos y desde los ayuntamientos hacemos todo lo que podemos, priorizando lo más necesario, aún hay muchas cosas por hacer, por supuesto, por eso estamos aquí. Si yo tengo ilusión de volver a a ser alcalde de mi pueblo es porque aún hay muchos retos, si simplemente hiciera falta un gestor, no me presentaría -sonrie-
“Si tengo ilusión por volver a ser alcalde de mi pueblo es porque aún hay retos, si simplemente hiciera falta un gestor, no me presentaría”
P: Estamos ya en plena campaña, ¿cuales son los mensajes que está lanzando desde su partido?
R: Yo siempre digo lo mismo, la campaña tiene que se permanente. Siempre se ha de escuchar a la ciudadanía. Todo lo que se hace en una campaña y no se ha hecho previamente no sirve para dada, no tiene sentido, y los que estamos en política sabemos que la campaña es el trabajo de cada día. Por eso, un político no puede estar cuatro años sin salir de su despacho, y luego querer hacer lo que la gente entiende por “campaña”. En L’Alcora por ejemplo tenemos el despatx al carrer todos los jueves
P: Cuando habla de esa constante, de no parar de trabajar, al respecto, ¿que opina de esa ‘piel tan fina’ que sobre todo estas últimas semanas en pre-campaña electoral ha demostrado en ocasiones la junta electoral admitiendo denuncias en muchos municipios, en especial de alcaldes por utilizar logros para rédito político?
R: Yo soy los que piensan que hay cosas que no son entendibles porque los ayuntamientos has de seguir informando, sea o no precampaña. Es nuestra obligación, es una ejercicio de transparencia. Otra cosa es como lo dogas y si que hay cosas en las que la Junta electoral, en precampaña…. puede que es se nos amordaza y no tienen mucho sentido.
P: Usted habla de trabajar ese día a día, y contar lo que se hace pero no se si siempre en lo que más esfuerzo se pone coincide con lo que reclama la gente
R: Cuando yo digo que hay que trabajar los cuatro años, es decir, todo el tiempo ahí también entran grandes proyectos a más largo plazo, muy complejos. Todos los ayuntamientos deben embarcarse en los proyectos grandes que necesite su municipio. Por ejemplo, aquí en la casa de la Cultura la hemos trabajado mucho y aunque no hemos puesto ni una piedra, ahora ya tenemos la subvención. Esos grandes proyectos de los que no se ve el trabajo ni el resultado inmediato, por más que se haya trabajado, los ayuntamientos tenemos la obligación de comenzarlos independientemente de saber si nosotros lo acabaremos o no.
“Hay proyectos grandes que los ayuntamientos tenemos la obligación de comenzar sin saber realmente si los acabaremos nosotros o no (…) pero la gente lo que ve es lo que le preocupa: un vado, una calle, la fuente que pierde agua…”
Eso es una cosa importante, por ejemplo, pero los problemas del 95% de la gente diarios no son no tener una casa de la cultura sino ese vado, esta calle, la fuente pierde agua, etc. y esos problemas tenemos que tener mucho contacto en las personas. Con políticas de proximidad, que den respuesta. Por ejemplo, en esa comunicación cercana ha tenido mucho éxito el servicio de wsp municipal y eso está funcionado a través de esa brigada municipal, para que cuando hay algún problema cualquier vecino pueda comunicarlo y vayan a resolverlo enseguida.
P: Hablando del vecindario, defina a la gente de L’Alcora, ¿Cómo son a la hora de reclamar y fiscalizar a sus políticos?
R: – Sonríe- Una de las singularidades de la gente de l’Alcora es que son muy exigentes con sus gobernantes. Yo algunas veces voy a algún otro municipio y veo alguna cosa que no está bien, no sé, una fuente por ejemplo y pregunto: eso, ¿desde cuando está así? y me planteo que si llego a dejar algo así aquí, a mí me sacan a hombros, como se dice –rie-. No, en serio, aquí la gente se preocupa por su entorno, se queja enseguida si algo no está bien. Aunque sé que desde huera nos llaman ‘gelats’ porque puede que a veces valoremos más lo que hay fuera de nuestro pueblo, pero la gente es intensa y exige que se hagan las cosas, como deber ser.
“Una de las singularidades de la gente de l’Alcora es que son muy exigentes con sus gobernantes“
P: Como pasa en todas las administraciones, sabemos que un problema endémico a la hora de hacer muchas actuaciones o reclamar ayudas de fuera es la burocracia. ¿Qué puede hacer un ayuntamiento respecto eso?
R: Sí, efectivamente eso es un problema pero por eso desde los ayuntamientos estamos para ayudar en lo que podamos y facilitar las cosas. Por poner un ejemplo, en ayudas a la vivienda. Sabemos que por parte de Gneralitat hay ayudas a través del Plan Renata pero sabemos que la gente no se entera. Nosotros vamos a crear una oficina de seguimiento de tramitación. La vivienda, para l’Alcora es un problema. Dos de cada diez casas están cerradas. Además también vamos a sacar facilidades para crear vivienda.
“Hay ayudas, por ejemplo en vivienda, a través de la Generalitat, que sabemos que no le llegan a la gente, por eso crearemos un oficina de seguimiento a la tramatición. (…) Dos de cada diez casas están cerradas y sin embargo la vivienda es un problema”
Con la Ley en la mano, por ejemplo, un ayuntamiento puede ceder terrenos municipales a empresas para que puedan desarrollar construcciones siempre que exista una demanda real y por supuesto bajo unas condiciones. O también se pueden comprar terrenos para construir y asignarlos por concurso público a constructoras para desarrollar viviendas de protección. Igual que el paro, sobre todo en la gente joven o la formación específica que demanda la industria, de la que hablábamos antes con esas necesidades de proyectos como los que estamos impulsando, con la demanda de vivienda también es una preocupación de la gente, para poder seguir creciendo.
Samuel Falomir, en clave cercana
Para terminar, un pequeño test muy rápido
- ¿Qué es lo primero que hará el día siguiente a las elecciones?
- Bueno, el de las elecciones…¡uff! pero en cuanto pueda lo primero dormir y descansar y hacer una lectura real de los resultados
- En estos días de intensidad política, ¿tiene algún momento para usted?, ¿para intentar desconectar?
- Difícil, pero cuando, aunque sea al mediodía porque cada tarde también tengo cosas trato de hacer un poquito de deporte.
- Dígame dos personas, una de su partido y otra de la oposición con las que más discuta o se haya enfrentado últimamente
- Bueno, no sé, de mi partido quizás mi secretario de organización, Joan, porque es con quien estoy trabajando y discutiendo las cosas. Y de la oposición, pues bueno, probablemente el portavoz del PP
- ¿Ha pensado alguna vez todo el tiempo que le absorbe además de ser alcalde el haber sido elegido secretario provincial de su partido, las horas que le supone estar pendiente también de responder a compañeros de otros municipios?
- Lo he pensado cincuenta mil veces, -bromea- pero los míos ya saben que mi prioridad es mi personal, que yo me comprometí a hacerlo y todas las tardes que a veces las tenía más libres y alguna vez podía sacar un poco de tiempo ahora estoy donde haga falta. Intento tener algún momentito aunque sea un rato de tres y media a cuatro, pero yo esto ya lo sabía cuando di un paso adelante. Lo que hago me lo saco de mi tiempo personal y es lo que decidí que debía hacer.
- ¿Dónde se ve usted dentro de cuatro años y dentro de ocho?
- Dentro de cuatro años, en L’Alcora, con muchas ganas de seguir tirando hacia adelante. Ahra es cuando estamos más asentados en muchas de esas políticas de cambio. Trabajando por todo lo que estamos luchando. Y el futuro…más allá…no lo sé…ya veremos…
