En plena recolección de la aceituna en las zonas productoras de la Comunitat Valenciana, LA UNIÓ Llauradora señala que la campaña muestra una recuperación respecto a la “nefasta” anterior, marcada por la fuerte merma causada por la sequía, aunque continúa lejos de las previsiones iniciales. La organización prevé una cosecha global más baja de lo esperado y explica que la evolución depende de cada zona productora, con áreas donde el volumen será hasta un 40% inferior a lo que se calculaba al inicio.
Las lluvias de primavera propiciaron una floración excelente y hacían prever una producción más elevada, pero el mal cuajado posterior —motivado sobre todo por las elevadas temperaturas del verano— redujo las estimaciones. Las precipitaciones recientes sí han permitido que el fruto engorde ligeramente. LA UNIÓ destaca que la calidad de la aceituna es buena al no haberse registrado problemas relevantes de plagas.
El responsable del sector del olivar de La Unió, Enric Simó, afirma que “las perspectivas de esta campaña son buenas si se comparan con la pasada, ya que muchos productores no recogieron nada de aceitunas e incluso hubo almazaras que ni siquiera abrieron. Sin embargo, no es lo que esperábamos y la situación depende de zonas, por lo que no podemos hablar de una campaña normal”.
Pese a la recuperación parcial de la producción, Simó advierte de que los precios del aceite se encuentran muy bajos y en caída libre. Las cotizaciones del Ministerio de Agricultura correspondientes a la semana del 10 al 16 de noviembre sitúan el virgen extra en 4,2 €/kg y el virgen en 3,6 €/kg, valores que representan más del 30% menos que en las mismas fechas de la campaña anterior y entre un 26% y un 29% por debajo de la media de las últimas cuatro campañas. El portavoz señala que “si bien el incremento de precios tan desorbitado que se registró hace dos años no era normal, ahora observamos que están demasiado hundidos. Cotizaciones por debajo de los 4,5 o 5 euros dejan de ser rentables para los productores. Pedimos unas cotizaciones dignas que nos permitan cubrir costes y seguir produciendo la materia prima del aceite de oliva, un alimento primordial en la dieta mediterránea que debe costar lo que realmente vale”.
La Unió recuerda que gran parte de las explotaciones olivareras de la Comunitat Valenciana se localizan en zonas de interior y áreas montañosas, lo que incrementa los costes para los agricultores.
A la caída de precios se suma la preocupación por la posible reducción de las ayudas de la PAC. La propuesta de Marco Financiero Plurianual de la Comisión Europea para 2028-2034 plantea un recorte del 22% en las ayudas al sector primario, lo que afectaría directamente a las rentas de los olivareros. Además, siguen sin concretarse las ayudas aprobadas por la sequía de 2024 debido a la falta de presupuestos generales del Estado.
Simó insiste en que “ante la meteorología poco podemos hacer, pero resulta totalmente lamentable que por la falta de acuerdo de nuestros gobernantes en Bruselas y Madrid estemos en vilo para ver si vamos a recibir mayor o menor apoyo económico que nos sirve de importante complemento para garantizar la rentabilidad y viabilidad de nuestras explotaciones”.
