La DANA que ha impactado la Comunidad Valenciana ha movilizado una rápida respuesta por parte de Mercadona, demostrando su compromiso social con la región y sus habitantes. Laura Cruz, directora de Acción Social, ha coordinado los esfuerzos que incluyen la donación de productos esenciales y el respaldo a los trabajadores afectados.
Más de 300 toneladas de ayuda
Desde los primeros momentos, Mercadona ha distribuido más de 300 toneladas de alimentos y productos de primera necesidad, gracias a la colaboración con sus proveedores y socios locales. Esta ayuda ha llegado a entidades sociales y comedores comunitarios de toda la comunidad, incluidos los cercanos a Castellón, que también ha sentido los efectos indirectos de las fuertes lluvias.
El Banco de Alimentos de València ha sido un punto clave en la distribución de los productos, recibiendo 10 tráilers con alimentos que han sido distribuidos para satisfacer las necesidades inmediatas de las familias afectadas. Además, la iniciativa “Cocina Solidaria” de Ricard Camarena, apoyada por Mercadona, ha preparado 10.000 comidas diarias, beneficiando a numerosos habitantes en situación de vulnerabilidad.
Voluntariado y colaboración interinstitucional
La solidaridad interna de la empresa se ha visto reflejada en la movilización de 1.000 trabajadores voluntarios para realizar tareas de limpieza y adecuación de los establecimientos. Esto ha sido vital para garantizar la reapertura de las tiendas y la continuidad del suministro de alimentos a la población.
Mercadona también ha ofrecido un almacén de 7.000 m2 en Picassent para la canalización de las donaciones y ha colaborado con las autoridades proporcionando apoyo logístico. Este esfuerzo conjunto con las instituciones ha sido crucial para coordinar la ayuda de manera eficiente y rápida en las áreas más afectadas.
Respaldo a los empleados y la comunidad
El compromiso de Mercadona se extiende al bienestar de sus trabajadores. La empresa ha asegurado que los empleados afectados puedan dedicar tiempo a sus familias y necesidades personales sin ver alterados sus salarios ni tener que recuperar el tiempo empleado. Este gesto refuerza la idea de que la compañía no solo se centra en la ayuda externa, sino también en la protección y bienestar de su equipo.

