El president de la Generalitat en funciones, Carlos Mazón, ha defendido en la comisión del Congreso que investiga la dana que dejó 229 muertes que el origen de la tragedia estuvo en un déficit de información, no en una falta de decisiones. Ha insistido en que no estaba obligado a acudir al Cecopi, aunque finalmente sí lo hizo para recabar datos sobre la evolución del episodio.
Durante su intervención ha explicado que este año ha reflexionado con profundidad sobre lo sucedido y que ha llegado a la conclusión de que los equipos actuaron con la información que tenían. Ha subrayado que se batieron “todos los récords históricos que nadie previó” en lluvias y caudales, un hecho que, según sostiene, limitó la capacidad de anticipación de la emergencia.
La sesión ha sido especialmente tensa. Gabriel Rufián (ERC) le ha acusado de “inútil, mentiroso, incapaz, miserable, homicida y psicópata”, mostrando fotografías de víctimas y preguntando si piensa pedir perdón. Ha recordado el caso del pequeño Nizan, de cuatro años, cuya familia acudió al colegio “porque nadie les avisó”.
Ione Belarra (Podemos) también ha cargado contra él, asegurando que es “responsable de la muerte de 229 personas” y reclamando que termine en prisión por su “gestión homicida”. Ha cuestionado por qué, en cuatro horas, Mazón solo habló “dos minutos” con la consellera de Interior, Salomé Pradas, mando único del operativo.
Mazón ha explicado que no atendió una llamada a las 19:10 porque podía llevar el móvil en la mochila y otra a las 19:36 porque estaba recibiendo datos de otras personas. Ha defendido que no contestar una de “veintitantas” llamadas “no significa estar incomunicado” y que Pradas no necesitaba su autorización para activar la alerta.
Sobre su presencia en el restaurante El Ventorro, ha asegurado que sus escoltas le acompañaron al llegar, pero no al salir. Ha negado que se cambiara de ropa y ha explicado que simplemente se puso un jersey que llevaba en la mochila “porque tenía frío”.
A las puertas del Congreso, un centenar de familiares y amigos de víctimas se ha concentrado con mensajes como “No son muertes, son asesinatos” y “Nuestros familiares han muerto por vuestra incompetencia”. Entre ellos, Toñi García, vecina de Benetússer, ha denunciado que las comparecencias de Mazón “son cada vez más indignantes” y ha señalado que “si no tuviera miedo ya habría acudido a declarar ante la jueza”.
