Carlos Mazón ha decidido suspender la remodelación del Consell que venía barajando desde hace semanas. La decisión llega en un clima de incertidumbre sobre su continuidad al frente de la Generalitat tras la gestión de la DANA y después del funeral de Estado, que marcó un antes y un después en la lectura pública de la crisis. En paralelo, se activa un traspaso de competencias: el conseller de Infraestructuras, Vicente Martínez Mus, asumirá la coordinación de la reconstrucción que hasta ahora llevaba el vicepresidente para la Reconstrucción, el general retirado Francisco Gan Pampols.
Para los intereses de Castellón, el frenazo no es menor: reordena tiempos políticos, condiciona los Presupuestos y altera la agenda de obras, vivienda, litoral y carreteras, así como la relación con diputaciones y ayuntamientos.
¿Qué ha decidido Mazón y por qué ahora?
El plan que se manejaba pasaba por anunciar cambios de calado tras el pleno del martes 4 de noviembre, dando por cerrada una etapa y abriendo otra con un equipo remozado. Sin embargo, distintas voces internas advirtieron del riesgo de “mover fichas” en pleno debate social por la gestión de la emergencia. El resultado: pausa en la remodelación para desactivar lecturas de debilidad, ganar tiempo y recomponer apoyos.
Este movimiento trata de ordenar el escenario sin dinamitar puentes con Génova ni con los socios territoriales. La consigna ahora es evitar ruido y enfocarse en tres ejes: reconstrucción, presupuestos y estabilidad.
Martínez Mus toma la reconstrucción: qué cambia (y qué no)
El traspaso a Martínez Mus busca continuidad técnica y ejecutiva: un único mando político para coordinar infraestructuras, obra pública, vivienda, cauces y emergencias en la fase post-DANA. En la práctica, la Generalitat concentra bajo Infraestructuras la relación con diputaciones y ayuntamientos para priorizar actuaciones y acelerar licitaciones.
Para Castellón, este encaje es clave en:
- Carreteras y conectividad comarcal: calendarización de proyectos y conservación.
- Litoral y playas: obras de defensa y reposición con criterios de resiliencia.
- Cicatrices de la DANA: reparación de viales y equipamientos municipales.
- Parque público de vivienda: activación de suelo y colaboración con ayuntamientos.
Nada de esto supone frenar expedientes ya en marcha, pero sí reordenar prioridades y concentrar la gestión en una sola conselleria.
Claves políticas tras el funeral de Estado
El impacto simbólico del funeral de Estado ha pesado en el timing. Presidencia evita dar pasos susceptibles de interpretarse como admisión de culpa o huida hacia delante. La prioridad pasa a ser rebajar la tensión, blindar la acción de gobierno y reconectar con la agenda social: ayudas, reconstrucción y presupuestos.
El factor Mompó: relevo de consenso que gana fuerza
En el tablero interno del PPCV ha ganado tracción el nombre de Vicente Mompó (presidente de la Diputación de Valencia) como posible figura de consenso si el debate sobre el liderazgo se abre de verdad. Dirigentes provinciales y orgánicos miden tiempos y escenarios: desde incorporarlo al Consell en una futura remodelación para proyectarlo a medio plazo, hasta reforzar su perfil orgánico si se prioriza la vida interna del partido.
¿Por qué Mompó? En Génova y en el tejido provincial se valora su perfil integrador, su gestión de proximidad y un valencianismo moderado capaz de tender puentes. Es una carta que el partido puede jugar sin fracturas: ordena el relato, recupera centralidad y permite pivotar hacia gestión y estabilidad.
