Con la solemnidad y majestuosidad habitual que caracteriza el acto de homenaje al Rey En Jaume I por parte de la Germandat dels Cavallers de la Conquesta, Castellón ha vuelto a enmudecer para escuchar las palabras del histórico privilegio de traslado que conforma una de los momentos claves en la parte más histórica de las fiestas de la Magdalena.
Resonar de los bombos y tambores, cruce de espadas, ofrendas con las rosas caballerescas a los pies de la imagen del conquistador y esa estampa que conforma un acto en que las dos reinas, María Rodríguez Santamaría, Na Violant d’Hongria 2024, y Lourdes Climent Moreno, Reina de las fiestas de Castelló, depositan junto a la alcaldesa, la corona de laurel.
Sin embargo y pese a la expectación de este acto, gran parte de la cual la centra la indumentaria de los trajes de les ‘Dones de Compaña’ esta vez se ha visto también salpicada de interrogantes por parte del público, ya que solo han participado cuatro de sus seis acompañantes.





Con todo, el acto ha seguido el riguroso protocolo establecido conjugando la parte histórica con la representación del homenaje dentro de las fiestas fundacionales y conformando uno de los dos actos públicos más importantes que protagonizará la Germandat junto con el homenaje a Na Violant que se celebrará en esta semana festera.





