Un nuevo episodio de inseguridad digital ha sacudido a Castellón tras el hackeo de los paneles informativos situados en el paseo marítimo de la avenida Ferrandis Salvador. Los dispositivos, que debían ofrecer contenidos turísticos, fueron manipulados. Proyectaron mensajes en los que se calificaba al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de “corrupto”.
La situación ha generado un fuerte debate político y social. Estas pantallas forman parte de un proyecto municipal destinado a mejorar la experiencia de vecinos y visitantes. Se trata de equipos que aún se encuentran en fase de pruebas y no han sido oficialmente recepcionados por el Ayuntamiento. Según fuentes municipales, ya habían sufrido un ataque previo. Además, esto refuerza la hipótesis de una vulnerabilidad en el sistema que gestiona su contenido.
El incidente pone de relieve no solo los riesgos de la ciberseguridad en infraestructuras públicas. También expone el impacto que puede tener un uso indebido de herramientas pensadas para la información ciudadana. Lo que debía ser un canal neutro de difusión turística se ha convertido, al menos durante unas horas, en un escaparate de mensajes de carácter político, con la consiguiente polémica.
Queja del PSOE y exigencia de responsabilidades
El PSPV reaccionó de inmediato, denunciando que el Ayuntamiento, presidido por la alcaldesa Begoña Carrasco (PP), permite que instalaciones públicas se utilicen para difundir mensajes partidistas. La portavoz socialista, Patricia Puerta, lamentó que lo ocurrido refleje la “normalización de los discursos de odio” en la gestión municipal. Además, pidió a la primera edil que condene con firmeza los insultos. También solicitó que explique de forma clara cómo ha sido posible esta situación.
En la misma línea, el secretario general del PSPV en Castellón, Rafa Simó, calificó los hechos de “absolutamente intolerables”. Advirtió que la oposición no descarta trasladar el caso a instancias superiores. Según sus palabras, lo sucedido solo puede deberse “a mala fe o a negligencia, en ambos casos de extrema gravedad”. Para los socialistas, este episodio constituye un nuevo ejemplo de la tensión política que atraviesa la ciudad. También muestra la necesidad de establecer límites claros en el uso de infraestructuras públicas.
Aclaración del portavoz de gobierno
Ante la creciente polémica, el portavoz del gobierno municipal, Vicent Sales, ofreció una aclaración en la que atribuyó el incidente a un ataque informático. Sales subrayó que los paneles ya habían sufrido otro hackeo anteriormente. Además, resaltó que su único objetivo es ofrecer información turística a los visitantes. Insistió en que las pantallas todavía no forman parte del patrimonio municipal, dado que la obra no ha sido recepcionada oficialmente. Por ello, el Ayuntamiento no puede asumir ninguna responsabilidad sobre los mensajes que aparecieron.
“El hecho de que se haya publicitado la corrupción del PSOE en estos paneles responde a un hackeo”, señaló Sales, recalcando que la administración local rechaza cualquier vinculación con los contenidos difundidos. El concejal quiso dejar claro que la prioridad del consistorio es garantizar la seguridad de las instalaciones una vez sean entregadas. Hasta entonces, toda responsabilidad recae en la empresa encargada del proyecto.
