En un movimiento audaz y pionero, Castellón de la Plana ha anunciado el lanzamiento de su propia criptomoneda: el “FadríCoin”. Inspirada en el emblemático campanario El Fadrí, este nuevo activo digital promete revolucionar el comercio local y convertirse en un símbolo de la identidad castellonense adaptado a la era tecnológica.
Según el Ayuntamiento, el “FadríCoin” comenzará a circular en fase piloto a partir del próximo mes y estará destinado inicialmente a incentivar el consumo en pequeños comercios y fomentar la economía local.
Una criptomoneda con identidad local
El FadríCoin toma su nombre y diseño del campanario El Fadrí, uno de los símbolos más reconocidos de Castellón. La moneda presenta en una de sus caras una detallada representación del campanario y, en la otra, un diseño moderno que integra la emblemática figura con elementos digitales que aluden al blockchain, la tecnología en la que se basa esta criptomoneda.
“La idea de crear el FadríCoin nació como una forma de unir nuestra rica tradición cultural con las innovaciones tecnológicas del siglo XXI”, explicó la alcaldesa de Castellón. “Queremos que Castellón sea referente en innovación, pero sin perder nuestra identidad”.
¿Cómo funcionará el FadríCoin?
El FadríCoin será inicialmente una criptomoneda local, disponible para transacciones en mercados, tiendas de proximidad y eventos culturales de Castellón. Los ciudadanos podrán adquirir esta moneda a través de una app móvil diseñada por el consistorio. Además, las primeras 1.000 personas en registrarse recibirán un bono de bienvenida en FadríCoins para incentivar su uso.
“La moneda digital es una herramienta para modernizar el comercio local y atraer nuevos públicos a los negocios tradicionales”, explicó un portavoz del proyecto. “Además, es una manera de fidelizar a los consumidores y destacar la importancia de invertir en nuestra propia economía”.
Impulso turístico y cultural
El FadríCoin no solo está pensado como un recurso económico, sino también como una herramienta para promocionar Castellón como destino turístico. Según los responsables del proyecto, la criptomoneda se integrará en campañas turísticas, permitiendo a los visitantes utilizarla para pagar en alojamientos, restaurantes y visitas guiadas a monumentos locales.
“Queremos que la experiencia de visitar Castellón sea aún más especial”, afirmó la concejala de Turismo. “El FadríCoin será un recuerdo único y funcional para los turistas, un símbolo tangible de su paso por nuestra ciudad”.
Reacciones de la comunidad
La noticia del lanzamiento del FadríCoin ha generado entusiasmo entre los vecinos y comerciantes de Castellón. “Es una idea genial, moderna y diferente”, comentó Juan Pérez, propietario de una tienda de artesanía en el centro histórico. “Espero que anime a más gente a descubrir los comercios pequeños como el mío”.
En las redes sociales, el FadríCoin ha sido recibido con memes y comentarios positivos, destacando la originalidad de la iniciativa. Sin embargo, también han surgido algunas dudas sobre la implementación y los posibles retos tecnológicos de su gestión.
“Es importante que el sistema sea seguro y fácil de usar para que realmente tenga éxito”, señaló un experto en blockchain consultado por este medio.
El Fadrí como símbolo del futuro
El campanario El Fadrí, construido en el siglo XV, representa uno de los patrimonios más queridos de Castellón. Su figura solitaria y majestuosa se ha convertido en un emblema de la ciudad, y ahora, con el FadríCoin, da el salto a una dimensión completamente nueva: la digital.
Este proyecto, que combina tradición y modernidad, podría ser un modelo para otras ciudades que buscan impulsar sus economías locales mientras promocionan su cultura.
¿Una realidad o una broma del Día de los Inocentes?
Aunque el FadríCoin suena como una propuesta innovadora y emocionante, en un día como hoy, 28 de diciembre, no podemos olvidar que también es una inocentada.
Aunque la criptomoneda aún no sea real, ojalá esta idea inspire reflexiones sobre cómo Castellón puede integrar innovación y tradición para fortalecer su identidad y economía local. Quién sabe, tal vez en un futuro no tan lejano, el FadríCoin podría convertirse en una realidad.


