Su sonrisa ha sido y es una de sus mejores cartas de presentación. Casi se ha convertido en rasgo distintivo, en especial porque ha demostrado saber mantenerla incluso en los momentos políticos y personales más adversos. Algo que toda Almassora, partidarios y detractores, le reconocen.
Merche Galí, actual alcaldesa y candidata por el PSPV-PSOE a volver a gobernar un municipio, que en los últimos años ha pasado de 16.000 a 28.000 habitantes, tiene esa escasa habilidad de saber conjugar dulzura y firmeza a la par, sin dejar de ser por ello un ‘animal político’ que cree firmemente en lo que hace y supura ilusión cuando lo transmite.
A punto de arrancar la campaña electoral, con unas fiestas de Santa Quiteria, cuyas calderas se cocerán en plena vorágine de mítines, repasa con Actualitat Valenciana presente y futuro de la cotidianeidad local de un municipio que busca reivindicar su nombre y colocarlo en el panorama económico-industrial. Una localidad en la que se dibujan realidades plurales con la multiculturalidad actual de sus habitantes, que en ocasiones también tratan de usarse para ‘calentar’ un ambiente político que ya parece haber empezado algo embarrado.
Pregunta: ¿Cómo ve Almassora y qué preocupa en estos momentos a los vecinos?
Respuesta: Cuando pisas la calle, los problemas se convierten en cotidianos y pequeños. Una de las cosas que la gente me suele comentar es el tema de la limpieza de las calles, esa percepción que yo misma tenía de querer que todo estuviese limpio nos ha llevado al último pleno que hemos celebrado en el que se ha aprobado una modificación de los créditos para ampliar el contacto con la limpieza.
Otro de los problemas que me suelen mencionar por ejemplo es ese vado del lado de casa. Esa necesidad de aparcamiento. El Ayuntamiento está haciendo actuaciones que propician la mejora de la movilidad peatonal y ciclista y esto en ocasiones produce que se eliminen aparcamientos, pero sobre todo que en la mayoría de las casas hemos pasado de tener un vehículo a tener mínimo dos.
Además estamos acostumbrados a aparcar al lado de casa y ahora estamos cambiando el tipo de pueblo. Hemos pasado en menos de veinte años de 16.000 habitantes a 28.000 y esto comporta un cambio de hábitos y de forma de ver nuestras calles. Sin olvidar por ejemplo, otras cosas, como que ha crecido el número de mascotas y eso también hace que el problema de la limpieza empeore sobre todo por actitudes incívicas de muchos propietarios. Sí que es verdad que depende de la zona y del barrio los problemas son unos u otros.
P: Vamos a entrar en campaña electoral y en su actual posición de alcaldesa, ya sabemos que desde los otros partidos es fácil hablar de lo que queda pendiente ¿Por dónde cree que le vendrán los reproches de los partidos rivales?
R: Veo que si yo estuviese en la oposición, sería muy difícil hacerme oposición en el tema económico, es un tema que veo que no se tocará porque se ha hecho muy buena gestión desde ese punto de vista, ha llegado a Almassora más dinero que nunca. Tampoco desde el punto de vista de las inversiones, porque se han hecho más inversiones y obras que en ningún momento.
Por tanto, los puntos más delicados o que seguramente la oposición vaya a tratar más serán el de la seguridad, el de la regeneración de las costas y las playas, hay un movimiento desde hace tiempo que está siendo muy reivindicativo en este sentido, y también el sanitario, que está encima de la mesa en estos momentos.
Una situación difícil de resolver, porque ninguno de los tres son competencia municipal y cuando eres alcalde, es muy difícil trasladar que hay cosas fuera de tu competencia y que son otras administraciones quienes son responsables. De todos modos, creo que los vecinos saben pensar, saben ver y escuchar y la mejor defensa que tengo es que solo hay que salir a la calle y ver lo transformada que está Almassora y todo lo que se ha hecho en estos últimos 8 años.
“En campaña, no se nos podrá atacar desde lo económico o en inversines pero se que la sensación de falta de seguridad o la regeneración de la costa y las playas sé nos echará en cara aunque muchas veces no son competencia nuestra”
P: A nivel económico y empresarial muchas veces da la sensación que del clásico ‘triángulo de la cerámica’, Almassora queda fuera, ¿qué hay que hacer para evitar esto?
R: ¡Contarlo!, -responde con contundencia- Necesitamos ser embajadores de nuestra tierra y de nuestras empresas, es verdad que no tenemos a Porcelanosa, pero tenemos a Pamesa, a Neolith, a Inalco, a Kerajet… es decir, tenemos unas empresas punteras en nuestra localidad y tenemos que reivindicarlas. Este es el motivo por el que yo desde que accedí a la alcaldía tengo presencia en Cevisama, porque es una forma de verlo, por eso me uní a la iniciativa de ciudades atractivas para la inversión, para ser embajadora de nuestras empresas porque al final las empresas son quienes mueven la economía de una localidad, por eso nosotros no podemos trabajar por ellas.
Ellas ya se reivindican por la calidad del producto que ofrecen y el esfuerzo y trabajo de exteriorización y exportación, pero nosotros, desde la administración local, también tenemos que ayudarlas. Esa ha sido también la apuesta de invertir dinero en nuestros polígonos industriales, acabamos de recibir una subvención de 800.000 euros del IVAFE y será la mayor inversión que Almassora habrá hecho nunca en sus polígonos industriales y es muy importante.
Muchas veces los políticos nos centramos en la ciudadanía y en lo de aquí, en lo que vemos y nos olvidamos de lo que hay en las afueras, de los polígonos industriales que tenemos por los que cada día pasan 11.000 personas.
P: ¿Cuál cree que es la percepción de la ciudadanía de que una alcaldesa socialista tenga esa imagen de cercanía con los empresarios? ¿Más allá de tópicos obsoletos y desfasados de derechas e izquierdas, cómo se transmite eso para que todo el mundo lo entienda?.
R: Lo he intentado unir; Hemos llevado a CEVISAMA la presentación de Almassora Industria, porque es un portal web en el que hemos juntado la empresa y el trabajador. Las empresas son una fuente generadora de trabajo, por tanto, si desaparecen las empresas, ¿dónde estarían los trabajadores? Tenemos que encontrar ese equilibrio y ser conscientes.
No vale hacer simplemente el eslogan fácil, y no solo estar al lado y defender a los trabajadores, porque también necesitamos defender a nuestras empresas para que contraten trabajadores. Esto no quiere decir que no seamos reivindicativos, lo somos y los empresarios lo saben cuando les decimos que hay que apostar por el trabajo de calidad, por sueldos dignos y sobre todo, por la empresa que tenemos en Almassora, estas que están dentro del triángulo de la cerámica de las que hablábamos antes, que ofrecen eso.
Nuestra industria ofrece trabajo de calidad, merece que se la defienda para que siga siendo fuente generadora de trabajo. El otro día me reuní con Neolith y me dijeron que tenían 80 plazas de trabajo vacantes, eso una sola empresa. Este es un ejemplo de la capacidad de generar trabajo que tienen. Nosotros en ese portal ya tenemos a más de 700 personas inscritas que buscan trabajo en nuestras empresas. Por supuesto hay que defender a los trabajadores, soy socialista de convicción, he defendido que el salario mínimo se incrementará, porque lo creí necesario, pero cuando toca estar al lado de los empresarios también hay que estarlo porque han de subsistir para que puedan haber trabajadores.
“Ahora mismo los trabajadores no entenderían que la alcaldesa de Almassora no defendiera a las empresas donde ellos mismos trabajan y son su fuente de ingresos principal (…) Soy socialista de convicción, pero cuando toca estar al lado de los empresarios hay que estarlo”
P: Esa es su visión, ¿pero la gente lo entiende y lo ve así?
R: Yo creo que sí, porque el esfuerzo que hacemos por explicarlo, es tan grande que creo que ahora mismo los trabajadores no entenderían que la alcaldesa de Almassora no defendiera a las empresas donde ellos mismos trabajan y son su fuente de ingresos principal. Cuando la gente viene a mi despacho o me para por la calle, el tema del desempleo ya no es tan recurrente como antes pero aún se produce. La gente no me pide subvenciones ni ayudas, me piden trabajo y saben que este viene de la mano de las empresas.
P: ¿Qué es diferente de lo que puede aportar Merche Galí a Almassora de hoy respecto lo que podía aportar hace 8 años?
R: Difícil contestar a la pregunta porque yo creo que le hemos dado la vuelta a la ciudad. Por ejemplo, en 2015 cuando llegué, aquí en Almassora no se podía cursar ninguna FP hasta el grado superior. Esto es algo que pensamos que había que solucionar y hace poco, los periódicos publicaron que uno de los grados de FP que hacemos aquí que se puede cursar hasta el superior, basado en la informática, ha sido de los más demandados de la provincia.
La situación del paro también ha cambiado, cuando llegué las cifras estaban alrededor del 28% y en este momento estamos en torno al 12%. Esto también ha hecho que, por ejemplo, haya puestos de trabajo muy poco cualificados y difíciles de cubrir en este momento en Almassora. He tenido reuniones con sindicatos en las que hemos hablado de las personas de la limpieza diaria y es difícil cubrir estos puestos de trabajo porque es pesado, muy feminizado, duro y muy poco valorado. Al igual que la demanda de cuidadores o cuidadoras para personas mayores es muy grande, por ello, en muchas ocasiones, he pedido políticas inclusivas, más centros de día y es una asignatura pendiente de la que espero obtener respuesta pronto y en la que seguiré insistiendo.
El urbanismo que se hace también ha de tener en cuenta el envejecimiento de la población, hacen falta más bancos, las personas mayores necesitan sitios para descansar cuando se desplazan de un lugar a otro. Así que es muy diferente la Almassora de 2015 a la de 2023, con necesidades diferentes, y por eso me gusta estar en la calle y escuchar a la gente, para saber hacia dónde tenemos que mirar. Los políticos estamos para dar soluciones y no crear problemas.
“Es muy diferente la Almassora de 2015 a la de 2023, con necesidades diferentes. Le hemos dado la vuelta a la ciudad (…) Los políticos estamos para dar soluciones y no crear problemas”
P: Y en cuanto a seguridad, tras el incidente de la quema del coche frente al cuartel de la s Guardia Civil que hizo saltar todas las alarmas, ¿Cómo están las cosas?
R: El capitán de la Guardia Civil me ha comentado que en la calle hay una sensación de que no hay policía ni Guardia Civil, de que no se actúa y de que no se hace nada; pero él dice que es más una percepción, que una realidad, porque con datos en la mano, hay 122 hechos gravados, es decir, denuncias constatadas y sanciones que se han puesto a vecinos por diferentes delitos. Esto significa que sí que se actúa y que tampoco hay una actividad delictiva tan grande como parece que se percibe entre la población.
Por otro lado, muchas de las cuestiones que se trasladan a la policía local son de convivencia. Es algo normal cuando estamos conviviendo muchas comunidades diferentes o cuando se incrementa la población. Tenemos culturas diferentes y vivimos en la calle de forma diferente y esto es un trabajo que tenemos pendiente también y, por ejemplo, desde servicios sociales estamos haciendo una iniciativa que se llama ‘El Trabajo al Barrio, de Barrio en Barrio’, para ayudar a limar esos problemas de convivencia que se generan por la multiculturalidad que tenemos en nuestra ciudad.
“Muchas de las cuestiones que se trasladan a la policía local son de convivencia. algo normal cuando estamos conviviendo muchas comunidades diferentes (…) confío plenamente en que los vecinos de Almassora no se dejen arrastrar por los discursos del odio que Vox lanza a las calles”
P: Precisamente en ocasiones tanto esa sensación o percepción de inseguridad como los discursos que culpabilizan con un trasfondo de intolerancia, se han utilizado por ciertas formaciones políticas que como Vox, en los últimos comicios estuvo a las puertas de entrar en el ayuntamiento. ¿Qué podría significar esto en esta Almassora multicultural?
R: Para mí sería una mala noticia, confío plenamente en que los vecinos de Almazora no se dejen arrastrar por los discursos del odio que Vox lanza a las calles. Por tanto, desde este punto de vista, yo confío en que pase como en 2019 y Vox no pase esa barrera para entrar en representación en nuestro Ayuntamiento. Y si esto se produce, pues tendremos que estar esa mayoría que defendemos la multiculturalidad y que la convivencia es difícil pero posible y poner cabeza.
Yo creo que los extremos no son buenos. Mi premisa siempre que he llegado a la alcaldía ha sido gobernar para la mayoría en una postura que abarque a la mayoría de la ciudadanía. Cuando pienso la lista, también lo hago desde ese punto de vista, tengo a personas de diferentes edades y diferentes ámbitos de trabajo, esa visión amplia de Almassora y que cuando la gente vea la lista se pueda ver representada.
En cambio Vox, tiene una visión de ‘embudo’ en la que en ocasiones pinta la localidad de oscura, peligrosa y con muy pocos servicios que está muy alejada de la realidad. Hemos ganado casi 2000 habitantes en prácticamente un año y esta es la prueba, ya que si la gente ve Almassora como un sitio atractivo para vivir e invertir es porque no tienen esa visión que quiere pintar Vox de oscuridad.
P: Si cambia el gobierno a las derechas, ¿qué cree que podría perder la ciudad?
R: Almassora tendría mucho que perder. Nosotros en este momento tenemos ya conseguidos fondos Next Generation para rehabilitación de viviendas, sobre todo de viviendas vulnerables y esa por ejemplo podría ser una de las políticas que no encaja en la cultura de Vox y que podríamos perder ese dinero y la posibilidad de rehabilitar esas viviendas.
Nosotros estamos trabajando por poder hacer una realidad la avenida Mediterránea y acabar el pequeño tramo que queda y Vox en este momento está diciendo que tenemos que ir a procesos de urbanización al estilo que se hacía antes, de empezar a crear solares sin que haya la posibilidad de venderlo, por ejemplo. Nosotros no hemos movido urbanizaciones en este momento porque ninguna constructora o agente urbanizador ha venido a pedir que activemos estos procesos urbanísticos de crear más solares en Almassora.
También se utilizan falacias como por ejemplo que nosotros no defendemos los símbolos del estado, y esto es una absoluta falsedad, o que vamos a acabar con espectáculos tradicionales de nuestra tierra como ‘Els Bous al Carrer’ cuando fui yo la que levantó la mano para que el primer encierro después de pandemia se hiciera en Almassora. También que ya no se harán procesiones cuando soy la primera que está cuando e invitan. Creo que esto los habitantes han de verlo y no sentirse amenazados por ese discurso que no aporta nada más que el odio entre personas.
“Todos sabemos pensar y no hay que subestimar a los electores. Pese a las falacias que la ultraderecha utiliza, los ciudadanos, lo ven (…) Confiarán en quien les dé explicaciones. Yo siempre lo digo: prefiero tener a la gente cabreada que egañada
P: ¿Cómo puede afectar a las urnas la gran variedad de población de Almassora a la hora de votar o en cuanto a la abstención por ejemplo, por falta de sentimiento de pertenencia?.
R: En cuanto a la abstención, esto por ejemplo lo vemos en los resultados que siempre hay en la zona de la playa, puede ser que el núcleo de la población permanente allí sea más de ciudad dormitorio, muchísima gente que trabaja en Castelló y vive en Almassora pero hace poca vida aquí, que seguramente sus hijos tampoco estudien en nuestros colegios, y se ha visto como este voto se ve arrastrado hacia unos partidos u otros, dependiendo de cada momento.
Para mí, la fórmula siempre es la misma, acercarme a cada uno de los territorios y explicarme, no subestimar nunca al vecindario, ellos saben pensar. Hay otros partidos que se ve como sí que los subestiman y quieren llevar un mensaje y que todo el mundo se lo crea sin cuestionarlo. Creo que no estamos en ese momento y que los electores también saben pensar y confío en ello. Por todo, creo que confiarán más en quien dé más explicaciones, siempre he dicho que prefiero a la gente enfadada que engañada. Por eso pido que no se dejen engañar.
Merche Galí….en lo personal
- ¿Cuál es el mejor momento que ha vivido en estos años?.
No sabría cual escoger, pero por ejemplo cuando accedí a la alcaldía después de ese cambio que nos hicimos Susanna Nicolau de Compromís y yo, sentí muchísimo el apoyo de la gente en un momento personal muy difícil. También me quedaría con cuando fui a firmar el acta de recepción de las obras del colegio Riu Millars, ya que era una reivindicación de muchos años y pudimos hacerlo realidad. Son momentos que se quedan marcados.
También cuando vi el edificio 167 en el suelo después del sacrificio que había costado. Me queda uno pendiente, que será en ese momento en el que consigamos esa pantalla acústica para la playa. Los terrenos están comprados, también tenemos el compromiso de las empresas en invertir para hacerla y el día que se haga realidad también será un momento muy especial.
- ¿Qué es lo que peor ha hecho?
Lo que he hecho peor seguro que no ha sido intencionado, pero no se decirte lo que he hecho peor porque siempre he intentado hacer las cosas de la mejor manera posible. Seguramente sea llevarmelo todo a casa y al terreno personal y olvidarme de que Merche Galí tiene que continuar y tener fuerzas suficientes y cuidar de los suyos. También puede ser que, a veces, los mismos afiliados al partido socialista se hayan podido sentir un poco olvidados porque me he centrado en ser la alcaldesa de todos. Esto podría ser algo que yo me reprocharía.
- ¿Cómo cree que la califican?. ¿Cuáles son los adjetivos más repetidos que se le atribuyen?
Yo creo que me definen de trabajadora y es que intento serlo. Mucha gente también dice que agradecen que tenga siempre una sonrisa y es que, sin pasarme de euforia, intento ser siempre positiva porque hasta de lo malo se puede sacar algo bueno. Me sabe fatal cuando en redes sociales todo el mundo está enfadado.
Yo siempre tengo la vista puesta en que todos los días nos pasan cosas buenas y sobre todo después de la enfermedad que pasé, entendí que hay que ver también el lado bueno de las cosas y no hundirnos en el negativismo o en el pesimismo. Cada día que estamos aquí es valioso y tenemos que afrontarlo con una sonrisa. No podemos despegarnos de la realidad, pero tampoco dejarnos llevar por la desesperación.
Ahora después de la pandemia, cuando tenemos muchos adolescentes depresivos, es muy importante que traslademos una imagen de esperanza y positivismo. A los jóvenes les hemos llenado de noticias malas y pesimistas sobre su futuro, de que son una generación perdida, que no encontrarán trabajo o no tendrán vivienda, y esto creo que ha influido muy negativamente en ellos y hay que ser capaces de hacerles ver que hay muchas oportunidades y que son de las generaciones más preparadas que hay y vendrán muchas cosas buenas.
“Yo nunca había soñado con ser alcaldesa, pero sí en poder ayudar a mi pueblo y ser alcaldesa es ese instrumento que me permite hacerlo y cambiar mi pueblo, mi realidad”
- Desde la oposición ¿qué calificativos negativos le han lanzado?
Hubo una vez que un político me dijo que era una dictadora y me supo fatal, me pareció injusto. A veces, desde la oposición también me han dicho que soy de figurar cuando no lo considero así, ni que vaya a los sitios por la foto, pero bueno, son cosas típicas cuando estás en la oposición. O igual es que he hecho muchas obras y por eso he tenido que ir a tantos sitios y hacer tantas fotos, –contesta riendo– pero sí que es verdad que me han dicho eso, que me gusta mucho figurar y hacerme fotos. Me parece injusto, pero creo que cada foto que me hago tiene su motivo, así que muchas más que me quiero hacer.
- ¿Cuál es el momento en los últimos meses que espera con más ilusión?
En el ámbito personal, el nacimiento de mi segundo nieto, ya tengo una, era la reina de la casa y ese es uno de los motivos en los que yo también intento dedicar el poco tiempo que tenga a mi familia, porque sino es imposible. Les veo mucho por la calle porque me he dejado absorber demasiado por mi trabajo, porque me encanta. En la presentación de mi candidatura lo dije, yo nunca había soñado en ser alcaldesa, pero sí en poder ayudar a mi pueblo y ser alcaldesa es ese instrumento que me permite hacerlo y cambiar mi pueblo, mi realidad y, a la vez, también creo que es una forma de dejar a mis hijas, y ahora a mi nieta y mi nieto, una Almassora de la que se sientan orgullosos.
