La Diputación de Castellón ha celebrado en Aín el segundo Día de la Provincia itinerante con la música como hilo conductor. Un recurso simbólico que atravesó todo el guion del acto para subrayar la idea de armonía colectiva. La presidenta Marta Barrachina insistió en que la provincia “late con 135 pulsos diferentes y unidos”, una metáfora que encapsula la diversidad municipal y, a la vez, el propósito compartido de construir un proyecto común. La ceremonia sirvió para reconocer trayectorias que, desde ámbitos muy distintos, han contribuido a proyectar Castellón dentro y fuera de sus fronteras.
Más allá de la entrega de distinciones, el evento puso el foco en el valor del talento local —innovación, solidaridad, creación artística, deporte y periodismo— como motor de transformación. La idea de “compás” no fue un recurso retórico aislado: estuvo presente en la puesta en escena, en las referencias del discurso institucional y en la selección de premiados. Presentados como “cuerdas de un mismo instrumento” que, al vibrar juntas, generan una melodía colectiva que identifica a la provincia.
Reconocimientos del Día de la Provincia 2025
Mérito a la Innovación: Juana Crespo
La doctora Juana Crespo, natural de Peñíscola, recibió el Mérito a la Innovación por una trayectoria clínica centrada en la medicina reproductiva. Su trabajo, reconocieron desde la institución, ha destacado por abordar casos complejos y por impulsar un modelo asistencial innovador que combina precisión técnica con una mirada humana. En el acto se subrayó que su labor “escuchó el latido de la vida donde parecía haber silencio”, una forma de reconocer el impacto social de devolver esperanza a miles de familias. La mención encaja con la vocación de la categoría: premiar no solo el avance técnico, sino el efecto transformador que tiene en la ciudadanía.
Mérito Solidario: Col·legi Oficial de Psicologia
El Col·legi Oficial de Psicologia fue distinguido por su tarea silenciosa y constante en situaciones críticas, cuando el dolor, la incertidumbre o la urgencia requieren una intervención profesional que sostenga emocionalmente a personas y comunidades. La Diputación describió su función como “esa parte invisible de la orquesta que devuelve la armonía cuando todo se rompe”: una imagen precisa del trabajo de proximidad, a menudo poco visible, que evita quiebras mayores y acompaña procesos de recuperación. El reconocimiento reivindica la salud mental como pilar del bienestar social.
Mérito de las Artes: Eloy Moreno
El escritor Eloy Moreno fue premiado por una producción literaria que ha conectado con una amplia base de lectores desde El bolígrafo de gel verde. Con más de dos millones de ejemplares vendidos, la adaptación a serie de Invisible y un récord mundial de firmas, la institución destacó su capacidad para convertir la lectura en espejo: obras que interpelan, muestran fragilidades y abren conversaciones. La mención a los “espejos” no es casual: apunta a una escritura que dialoga con la vida cotidiana y que, por su alcance, también proyecta la marca Castellón en el ámbito cultural.
Mérito Deportivo: Kiko García
Figura clave en la proyección de La Vuelta, Kiko García recibió el Mérito al Deporte como símbolo de la resistencia y la cadencia que enseña el ciclismo. La presidenta evocó la carretera como “pentagrama” y cada pedalada como “nota”, reforzando el hilo musical del acto. El reconocimiento subraya una doble aportación: el liderazgo deportivo y la capacidad para difundir valores como el esfuerzo, la constancia y la superación, valores con los que se identifica la provincia y que trascienden el ámbito competitivo para convertirse en referente social.
Alta Distinción: Periódico Mediterráneo
El Periódico Mediterráneo recibió la Alta Distinción por sus 100 años de historia —desde 1925, cuando se fundó como Diario de Castellón— y por su papel como cronista del devenir provincial. La Diputación lo definió como “guardianes de las notas de la memoria colectiva donde Castellón se ha mirado durante un siglo”, una forma de reconocer la función pública del periodismo local: contar lo relevante, custodiar el archivo de lo vivido y enlazar generaciones a través del relato. En nombre del grupo editorial, Ainhoa Moll remarcó que el centenario es una huella de compromiso con la sociedad y una invitación a mirar hacia adelante, manteniendo los valores que han guiado la cabecera.
Aín, anfitrión y símbolo del territorio
La elección de Aín, en la Plana Baixa, reforzó el carácter itinerante del Día de la Provincia: llevar la celebración a distintos municipios para acercarla a la ciudadanía y subrayar que el latido provincial se compone de pulsos locales. Aín fue presentado como un pueblo “pequeño en dimensiones, pero inmenso en alma”, una síntesis del patrimonio humano que vertebra la provincia: hospitalidad, identidad, trabajo y una cultura que se transmite en plazas, calles y fiestas. La acogida del municipio —su participación y su papel como escenario— integró el acto en la vida local, evitando formatos ensimismados y apostando por una conexión real con el territorio.
La música como hilo conductor: forma y fondo
El acto se diseñó con la música como metáfora principal. No se trató de un adorno: sirvió para trenzar narrativas y explicar que la suma de talentos —innovación, solidaridad, arte, deporte y periodismo— compone una sinfonía cívica. La combinación de imágenes (“cuerdas de un mismo instrumento”, “compás compartido”, “pentagrama en la carretera”) permitió traducir el mensaje institucional en un relato accesible y emocional. En un contexto en el que la comunicación pública compite con múltiples estímulos, esta coherencia simbólica ayuda a fijar ideas y a dotar de memoria al acontecimiento.
Un relato de provincia que mira al futuro
El Día de la Provincia no solo distinguió trayectorias: trazó una agenda. La innovación sanitaria que transforma vidas, la atención psicológica que sostiene el tejido social, la literatura que abre conversación, el deporte que inspira hábitos y el periodismo que garantiza información y memoria fueron presentados como vectores de futuro. En ese mapa, Castellón se concibe como un ecosistema donde instituciones, profesionales y ciudadanía se corresponsabilizan para seguir creciendo.
El cierre del discurso de Marta Barrachina lo explicitó: “Que cada uno de nosotros, con nuestro trabajo y nuestra dedicación, sea una nota nueva”. La apelación individual se ancla en una visión coral: la provincia como escenario donde la vida se convierte en música y la música, en vida. El mensaje final —“la fuerza del compás de toda una provincia cuando camina unida”— invita a perseverar en la colaboración público-privada, a fortalecer redes y a proyectar Castellón con confianza en sus capacidades.
Lo que deja esta edición
- Validación del formato itinerante. Integrar el acto en un municipio anfitrión suma proximidad y pertinencia.
- Reconocimientos con impacto social. Las categorías premiadas muestran resultados tangibles en calidad de vida, reputación y cohesión.
- Narrativa coherente. El eje musical ordena contenidos y facilita un recuerdo perdurable del evento.
- Compromiso editorial. El centenario del Periódico Mediterráneo subraya la necesidad de un periodismo local robusto para una democracia de proximidad.
- Proyección territorial. Aín encarna el papel de los pueblos como núcleo del compás provincial.
En conjunto, la edición de Aín consolida un Día de la Provincia que no se limita a entregar distinciones, sino que articula un relato de pertenencia, progreso y orgullo compartido. Como una sinfonía que no concluye, el compás de Castellón sigue escribiéndose con nuevas notas: las que aportan, cada día, quienes innovan, cuidan, crean, compiten y cuentan la realidad de una provincia que late al unísono.
