La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) reclama que la enfermería del Centro Penitenciario Castellón I deje de utilizarse para actividades formativas después de que la semana pasada tres funcionarios resultaran agredidos por un interno en este espacio. El sindicato sostiene que estos incidentes “podrían haberse evitado”, ya que la enfermería “no reúne las suficientes garantías de seguridad”. El sindicato reclama “medidas urgentes para resolver estas deficiencias y garantizar una mayor seguridad para los trabajadores penitenciarios”.
Según lo trasladado por organizaciones penitenciarias, los hechos se produjeron cuando un recluso manifestó su intención de abandonar una actividad y, ante la indicación del funcionario responsable de continuar en la sesión, le propinó un puñetazo en la mandíbula. Tras ser trasladado a la celda de observación de enfermería y posteriormente al departamento de aislamiento, el interno volvió a mostrar una actitud violenta y agredió a otros dos trabajadores al no encontrarse esposado en ese momento.
CSIF recuerda que los incidentes “se produjeron en un espacio que carece de las medidas de seguridad adecuadas” y que este lugar dejó de emplearse para cursos “a petición de CSIF” hace unos años por ese motivo. Sin embargo, denuncian que se ha retomado su uso pese a que el centro dispone de dependencias más adecuadas para actividades tratamentales.
“Desde CSIF reclamamos que estas dependencias dejen de nuevo de utilizarse para cursos y que su uso se restrinja únicamente al fin para el que fueron concebidas, que es para el tratamiento de posibles patologías de los internos”, señalan desde la organización. El sindicato subraya además el “grave problema” de violencia al que se enfrenta el personal penitenciario y recuerda que, según sus estimaciones, en España se produce una agresión a un funcionario de prisiones cada 17 horas.
