El rescate de un menor con síntomas de ahogamiento en la piscina de un hotel de Benicàssim, que tras ser reanimado ha sido trasladado a la UCI pediátrica, donde se encuentra ingresado con pronóstico reservado se suma al fallecimiento de este fin de semana de una mujer en la playa de Nules, y a la muerte del hombre que se desplomó tras salir del agua en Cabanes.
Todo esto, sin estar todavía en plena temporada estival, y por tanto con una gran mayoría de playas sin servicio de vigilancia y socorrismo que en muchos lugares entrará a funcionar este primer fin de semana de junio.
Este es el trágico arranque de los sucesos relacionados con ahogamientos que pese a las recomendaciones y vigilancias siguen repitiéndose cada año en playas y piscinas. Sin embargo, si entristecen los hechos, cuando se trata de menores y el accidente sucede en entornos a supuestamente controlados, la estadística aún se cuestiona más.
En la provincia de Castellón, el fallecimiento de un joven gallego de 15 años en la piscina de un hotel, también de la localidad de Benicàssim, el pasado 10 de mayo abría el recuento de fallecidos de la temporada estival en la provincia.

