Las comunidades energéticas cooperativas se consolidan como motor del desarrollo sostenible en la provincia de Castellón. Las de las comarcas castellonenses representan cerca del 30 % de los proyectos impulsados en la Comunitat Valenciana. Al menos así lo recogen los datos del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (IVACE).
Durante los últimos cuatro años, este modelo de autosuficiencia energética ha registrado un crecimiento exponencial. De tan solo siete proyectos con apoyo público en 2020, se ha pasado a 126 en 2023. Esta cifra se multiplica por veinte. Esta transformación se debe, en gran parte, al impulso del cooperativismo valenciano. Ene este ámbito, representa el 40 % de las iniciativas y cuenta con más de un siglo de historia en muchas de sus entidades.
Proyectos cooperativos activos en Castellón
La provincia de Castellón concentra ya el 29,8 % de las comunidades energéticas activas en 2023. Aunque por detrás de Valencia (48 %), se sitúa muy por delante de Alicante (22,2 %). Esto muestra un notable dinamismo en la transición energética basada en la colaboración ciudadana.
Entre los referentes en la provincia se encuentra la cooperativa eléctrica El Serrallo, que forma parte del entramado histórico de entidades cooperativas. Han apostado por las renovables como vía para transformar el modelo energético tradicional.
Cooperativas centenarias, clave en la transformación energética
La Confederació de Cooperatives de la Comunitat Valenciana (CONCOVAL), junto con la red de Oficinas de Transformación Comunitaria (OTC) —la mayor de España, con diez puntos de atención—, lidera esta transformación. Su presidente, Emilio Sampedro, ha subrayado que “el cooperativismo valenciano es pionero en comunidades energéticas. Está transformando la energía desde hace más de 100 años y apostando por el desarrollo del territorio”.
En 2024, se han registrado 179 nuevas solicitudes. De estas, un 17 % provienen del ámbito cooperativo, lo que confirma la tendencia al alza de este modelo.
Comunidades energéticas frente a la despoblación y las catástrofes
Las comunidades energéticas son especialmente eficaces en zonas rurales y municipios con riesgo de despoblación. Son eficaces ya que generan empleo local, obra social y garantizan el suministro eléctrico. Un ejemplo es Sot de Chera. Allí, la cooperativa eléctrica local alquiló generadores para mantener la luz tras la DANA, a pesar de los destrozos en las infraestructuras.
Otro caso destacado es Guadassuar, uno de los primeros pueblos en restablecer el suministro eléctrico gracias a su cooperativa durante ese mismo temporal.
Presencia cooperativa en toda la Comunitat Valenciana
Además de Castellón, destacan cooperativas históricas en l’Horta Nord (Vinalesa, Meliana, Museros), Alicante (Callosa de Segura, Albatera, Crevillente, Catral) y en otras zonas como Castellar, Guadassuar, Alginet, Chera o Sot de Chera.
Entidades como AEIOLUZ, SAPIENS, ENERCOOP, COARVAL e INTERCOOP están dinamizando proyectos en múltiples municipios, ofreciendo asesoramiento técnico y experiencia para su consolidación.
Participación en el proyecto europeo ENCOM HUB
CONCOVAL también participa en el proyecto ENCOM HUB. Este está cofinanciado por la Unión Europea, junto a Francia, Italia y Bulgaria. Su objetivo es impulsar comunidades energéticas mediante un modelo de “ventanilla única”.
En este marco, España lidera 10 de los 22 proyectos piloto, con la participación del Instituto Tecnológico de la Energía (ITE) y la Federación de Cooperativas Eléctricas de la Comunitat Valenciana.
Objetivo 2030: una comunidad energética en cada municipio
El reto del IVACE y de la Generalitat Valenciana, con el apoyo de CONCOVAL, es que en 2030 todos los municipios de la Comunitat Valenciana dispongan de una comunidad energética. Dada su implantación en todo el territorio, el cooperativismo será esencial para lograr este objetivo.
