La Confederación Empresarial de la Comunitat Valenciana (CEV) ha manifestado hoy su rechazo a la forma en que se ha planteado el proyecto de ley de reducción de la jornada laboral. La organización remarca que aplicar una medida de tanto alcance sin un acuerdo previo “carece de sentido”, porque deja de lado las condiciones reales de las compañías y de sus plantillas, que requieren marcos legales estables. En esta línea, la patronal ha agradecido el voto negativo de los grupos que frenaron la norma, coherente —según defienden— con la ausencia de pacto en el diálogo social.
Estas declaraciones se producen tras la votación celebrada ayer en el Congreso, donde el proyecto de ley del Gobierno para fijar la jornada en 37,5 horas semanales sin pérdida de salario fue derrotado. El recuento se cerró con 178 votos en contra frente a 170 a favor, con el apoyo decisivo de PP, Vox y Junts, lo que supuso el primer traspié parlamentario del Ejecutivo en el inicio del nuevo curso político.
La CEV defiende que únicamente la negociación colectiva en cada sector y el diálogo social pueden ofrecer soluciones equilibradas, porque las distintas ramas de actividad presentan condiciones productivas, organizativas y competitivas muy diversas. La organización alerta además de que una imposición legal de este tipo puede conllevar problemas en los sectores con turnos, caída de productividad, aumento de costes que pondría en riesgo a numerosas pymes, menos inversión y, en consecuencia, menor capacidad de generar empleo estable y de calidad.
En este contexto, los sindicatos UGT y CCOO se concentraban ayer en Castelló frente a la sede de la CEV, exigiendo que no se bloqueara la reducción de jornada. Movilizaciones simultáneas se celebraban también en València y Alicante, convocadas por las dos principales centrales sindicales. Los portavoces advertían de que frenar la tramitación afectaría especialmente a trabajadores precarios, con contratos a tiempo parcial no deseados o sometidos a horas extra sin remunerar.
La votación en el Congreso llegaba tras un intento del PSOE de posponer el debate, una estrategia frustrada porque Yolanda Díaz optó por que todas las formaciones “se retratasen” en la Cámara.
Fuentes gubernamentales señalan que ni Sumar ni el PSOE han renunciado a la propuesta, que volverá a plantearse en el Consejo de Ministros.
La vicepresidenta y ministra de Trabajo recalcaba ayer tras conocer el resultado parlamentario que “se pierde una votación, pero vamos a ganar esta medida porque no hay marcha atrás”, subrayando que la movilización social mantiene viva la reforma.

