La primera mitad de noviembre deja un balance altamente positivo para el sector hotelero de la provincia de Castellón, que alcanza una ocupación del 67,4%, 15 puntos más que en 2024. El repunte se explica en parte por el efecto comparativo del año pasado —cuando la DANA ralentizó las reservas pese a no afectar directamente a la provincia—, pero también por un dinamismo turístico que se mantiene firme durante todo 2025.
El mercado nacional vuelve a ser el motor principal del destino, con un 82,2% de cuota, por encima del 75,7% del ejercicio anterior. En el ámbito internacional, Reino Unido (2,6%), Francia (2,3%), Italia (1,8%) y Alemania (1,3%) aportan una presencia moderada, mientras que Corea del Sur y Rumanía se sitúan en torno al 1,1%.
Los hoteles de tres estrellas lideran con un 74,5% de ocupación, seguidos de los cuatro estrellas, que alcanzan un 66,9%.
De cara a la segunda quincena de noviembre, las reservas cerradas se sitúan ya en un 62,5%, lo que mantiene la previsión de un mes muy superior al del año pasado y confirma que Castellón avanza hacia el invierno con una base de demanda sólida.
El comportamiento positivo de la provincia se enmarca en una tendencia autonómica generalizada: todos los destinos de la Comunitat Valenciana aumentan ocupación respecto a 2024. Benidorm encabeza el ranking con un 83,3%, mientras que la Costa Blanca sube hasta el 77% (+8 puntos). En València, la ocupación roza el 81%, un crecimiento de 21 puntos que deja atrás la situación vivida hace un año.
Esta evolución confirma que el sector hotelero valenciano sigue avanzando en su objetivo de romper la estacionalidad y consolidar actividad durante los 365 días del año, con una previsión de reservas que mantiene una tendencia al alza de cara a la segunda quincena de noviembre.

