La Generalitat ha puesto en marcha una nueva edición de la campaña ‘Stop al foc’ con una inversión histórica de 23 millones de euros. Este plan refuerza la prevención y vigilancia de incendios forestales en un verano que se prevé especialmente complejo por las condiciones meteorológicas.
Un verano de alto riesgo por calor y sequía
La campaña, que se desarrollará hasta el 15 de octubre, se centra en minimizar el riesgo de incendios en zonas forestales mediante refuerzo de medios humanos y materiales, campañas de sensibilización y vigilancia en tiempo real. El conseller de Justicia e Interior, Elisa Núñez, ha subrayado que el objetivo es “proteger vidas, viviendas y nuestro patrimonio natural”.
Este año, los técnicos alertan de un verano crítico: a la ola de calor se suma una sequía acumulada que ha dejado las masas forestales en condiciones especialmente vulnerables. Ante este contexto, la Generalitat ha desplegado más de 10.000 efectivos, 45 medios aéreos y ha intensificado la videovigilancia con más de 260 cámaras activas.
Vigilancia, educación y respuesta rápida
Además de la vigilancia activa, ‘Stop al foc 2025’ incluye campañas educativas dirigidas a la ciudadanía y visitantes para evitar imprudencias en espacios naturales. Las áreas recreativas y parques estarán señalizados con niveles de riesgo y se establecerán restricciones en caso de alerta máxima.
Núñez ha insistido en que “la colaboración ciudadana es clave para evitar catástrofes”, y ha recordado que encender fuego en zonas forestales está prohibido durante todo el verano. También se ha reforzado el sistema de coordinación entre consorcios provinciales de bomberos, emergencias forestales y cuerpos de seguridad.
La campaña se alinea con la estrategia de sostenibilidad y adaptación al cambio climático del Consell, que busca no solo prevenir sino también crear una cultura social de protección del territorio frente a incendios forestales.
