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miércoles, diciembre 3, 2025

La caída prevista en el sector cerámico al cierre de 2024 oscilará entre el 1 y el 3% respecto el año anterior

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En cuanto a las previsiones para 2025, el presidente de ASCER ha apuntado que puede ser una año de "estabilidad e, incluso, con un pequeño crecimiento"

«Del año 2021 al 2023 una tercera parte del sector cerámico ha desaparecido«, con esta contundencia ha iniciado el presidente de ASCER Vicente Nomdedeu, el balance del último año. Y es que aunque la facturación del sector cerámico prevista para 2024 se situará en 4.804 millones de euros, representa un descenso de entre el 1 y el 3% ciento con respecto a 2023.

Son algunos de los datos de una extensa fotografía de un sector que, como ha insistido el presidente de la patronal azulejera, sufre las consecuencias de las cosas que no se hicieron cuando se pedían, en una clara crítica a las ayudas de desde su postura creen «justas y necesarias» y que ahora se traducen en datos de pérdida de puestos y retos pendientes con soluciones inciertas.

Descenso en la producción, en la exportación y por ende en la facturación, pese a la recuperación de este último trimestre aún no contabilizado. En cuanto a las exportaciones, cuyo valor se situará en 3.454 millones de euros, sufrirán una caída de entre el 3 y el 5%; mientras que el mercado nacional, cuyas ventas se elevarán a 1.350 millones de euros, experimentará un incremento de entre el 2 y el 4%.

Respecto a la producción, que se prevé que alcance los 390 millones de metros cuadrados, se mantendrá igual que en 2023 o caerá, «como mucho, un 3%», una horquilla aún pendiente de los resultados de cierre del año.

Sector resiliente con retos de futuro incierto

Entre algunos de los datos que permiten entender algo más la complejidad del sector así como su importancia en el entramado económico, Nomdedeu insiste en hacer una lectura en clave europea, dado que es quien rige las normas que les han llevado a esta realidad. Qua aunque en los últimos meses refleja una pequeña subida, se trata de una situación «puntual, que no tendrá continuidad».

«Las exportaciones hasta septiembre han caigo un 4,8%, per las cifras ha partir de septiembre han ido mejorando. Eso quiere decir, por otro lado que la industria española mantiene el octavo puesto en lo que se refiere a producción«, apuntat el presidente de Ascer.

En cuanto a ventas, «la forma más sencilla de sintetizar, es que hay una bajada de los metros vendidos y además una bajada en exportación». Sin embargo y «a pesar de todo, el sector español sigue teniendo una propensión exportadora, cinco veces superior a la media española», matiza.

En cuanto al «mercado doméstico la caída es notable», aunque también varían las cifras al alza en el último trimestre que pueden propiciar resultados mejores, matizan.

En este contexto, vuelve a aparecer la problemática de la exportación internacional y el enquistado tema de la «competencia desleal». Un punto en el que el presidente de ASCER, ha reiterado que las regulaciones europeas más estrictas «lo único que suponen es favorecer a esos otros países no sujetos a las mismas normas».

Respecto el empleo, hasta octubre de esa año ha habido un crecimiento del 5,6%. En este punto, Nomdedeu ha incidido sobre «el efecto multiplicador». Generamos 90,000 empleos directos en España, 71.000 empleos en CV casi en 20% del empleo industrial de la Comunidad, y en en caso de la provincia de Castellón, de cada 4 personas que trabajan una lo hace en el sector cerámico», ha recordado.

Con todo, a pesar de la caída aseguran que se han generado 3 empleos por cada millón de euros de negocio. «Por cada euro del PIB directo generado por el sector se generan 3,5 adicionales generados en el PIB total», especifican.

Por su parte, el vicepresidente, Ismael García, se ha referido al comercio, incidiendo en esa bajada al tercer lugar de exportaciones, por detrás de China e India. De lo 2450 millones de m2 de India destacan sobre los 390-5 millones de m2 con que prevé cerrar España este año.

Respecto al tema de la energía el vicepresidente Miguel Nicolás ha incidido en el 55% del consume de gas industrial de toda la CV que supone este sector. En este punto, la reducción de producción también ha supuesto la consecuente reducción de este consumo.

Pese a eso, la subida del precio supondrá que en el cómputo final, dada la subida prevista en el último trimestre, y a pesar del descenso de producción, la factura se quede en esos mil millones de euros, que supone que el 25% «se va en energía».

En cuanto al impacto del coste de la descarbonización, la reducción de las ayudas para bajar las emisiones, también supondrá más coste para el sector. Dado que aunque los 12 millones de euros en descarbonización responda al descenso de la producción, también ha disminuido el precio por tonelada de CO2. Dos factores que han generado una bajada en este aspecto.

Al hilo de esta problemática, el vicepresidente ha incidido en las alternativas que se están buscando para esa reducción de emisiones. «La única alternativa viable a corto plazo, para reducir las emisiones es reducir la producción», por tanto el biometano, los hornos eléctricos o el hidrógeno, son alternativas pero «que no están en nuestras manos».

Para ASCER, el biometano sería, quizás la mejor de las soluciones dado que sería compatible con la red actual. Pero por contra, «el coste es actualmente, el doble», ha apuntado, aunque ha incidido que hay mucha previsión de plantas que podrían hacer a esta alternativa viable.

En cuanto las transición al hidrógeno el coste, actualmente, implicaría «duplicar el precio de venta para poder hacer frente a este gasto». pese a ello, el sector «sigue trabajando. Del mismo modo, los hornos eléctricos, de momento «en corto plazo» tampoco son una alternativa.

La hoja de ruta para la descarbonización, empezaría «por un uso racional de la energía» a la vez que el desarrollo de las tecnologías alternativas «para que sean competitivas». Aquí, también se ha incidido esa necesidad de «apoyo público», y se ha demandado la «ampliación de plazos para la descarbonización».

Con todo, entre las conclusiones destacan la petición de ayudas «justas y necesarias que nunca llegaron». En este punto recuerdan que apenas han llegado 80 millones y que además los requisitos hicieron «que muchas empresas no pudieran pedirlos».

Esto supone unas consecuencias a abordar durante el 2025 que «se basan en el déficit energético, los costes y plazos de descabornización desalineados con la realidad industrial», han resumido, añadiendo además que todo esto ya ha generado, además del descenso de la producción, «la pérdida de competitividad tanto con países productores de cerámica como a productores de materiales sustitutivos».

En cuanto a soluciones: de nuevo, apoyo de la adminstración a los sectores industriales y sobre todo «a uno clave como es el nuestro», ha matizado el presidente de la patronal, incidiendo además en que esta colaboración y las ayudas tengan «mecanismos directos y rápidos sin excesiva burocracia».

Por tanto, una de las claves para el sector es la revisión de políticas industriales

En cuanto a las previsiones para 2025, el presidente de ASCER ha apuntado que puede ser una año de «estabilidad e, incluso, con un pequeño crecimiento». «Dios quiera que sea así porque un año más al ritmo de los último tres, sería difícil de soportar», ha añadido.