El Ayuntamiento de Burriana, mediante providencia dictada por las Concejalías de Urbanismo y de Seguridad Ciudadana, ha ejecutado los trabajos de tapiado y cerramiento de todos los accesos al inmueble situado en el número 26 de la calle San Pascual, para impedir el acceso.
El consistorio ha señalado en un comunicado que, sobre este inmueble, se habían recibido «múltiples quejas» por parte de los vecinos, «principalmente motivadas por varias ocupaciones ilegales, y en donde la Policía Local ya había realizado intervenciones».
La actuación, ejecutada de urgencia, «responde a la necesidad de proteger la seguridad pública, tras detectarse además un acceso completamente abierto y un importante deterioro en el interior del edificio».
El gobierno local ha señalado que la inspección técnica, llevada a cabo el pasado 9 de abril, constató que dicho inmueble presentaba un «estado de ruina» y resultaba «un peligro real para cualquier persona que pudiese acceder».
El concejal de Urbanismo, Juan Canós, ha apuntado que el estado de este inmueble «no solo representaba un grave riesgo estructural, sino también un foco de inseguridad por las múltiples ocupaciones ilegales de las que ha sido objeto».
«Seguiremos trabajando para que los propietarios cumplan con sus obligaciones, pero mientras tanto, desde el Ayuntamiento hemos actuado con responsabilidad y firmeza«, ha enfatizado el edil.
Por su parte, el concejal de Seguridad Ciudadana, Antonio Ferrándiz, ha destacado que «la prioridad es clara: proteger a los vecinos». «No podíamos permitir que un edificio con estas condiciones siguiera siendo accesible, así como tampoco que los vecinos continuaran sufriendo molestias por personas que pudieran ocupar la vivienda. Ahora, con el inmueble completamente cerrado, evitamos accidentes y reforzamos la tranquilidad de la zona», ha concluido.
