La presidenta de la Diputación de Castellón ha hecho balance de los 100 primeros días al frente de una institución que ha asegurado se encontraron «dormida» y que los diputados del nuevo equipo han empezado a cambiar.
Marta Barrachina ha anunciado que se está trabajando en un cambio estructural que afectará a las oficinas que atienden a los pequeños municipios, el SEPAM, que no tienen técnicos y por lo cual, ha asegurado, se llegan a perder ayudas. También se ha referido a los proyectos vinculados al turismo, a la gastronomía y a los eventos deportivos, remarcando la necesidad de darles impulso por lo que suponen en cuanto a marca provincial y reclamo turístico.
Por otro lado, ha destacado la puesta en marcha de lo que ha calificado como la «mayor oferta en plazas para el consorcio provincial de bomberos que ha hecho esta casa». En total, serán 53 las que ya están en negociación para poderse hacer públicas y «reponer así el Consorcio, con las dotaciones en material y el personal necesario».
También siguiendo con el tema de RRHH, Barrachina ha explicado que se han detectado carencias por falta de personal y por eso se están buscando recursos «para poder ser lo más ágiles posibles para el ciudadano».
Por último, en cuanto a aquellas competencias que la Diputación no tiene, la presidenta ha destacado su labor haciendo de «correa de transmisión» de todas aquellas necesidades que les llegan.

