El Banco de Alimentos de Castellón ha distribuido es este último año 1.437.800 kilos de productos, lo que representa un 16% más que en el año anterior. Y a lo largo de su historia, de la que este año celebra sus bodas de plata la cifra llega a los 27 millones de kilos de ayuda en 25 años.
Estos son algunos de los datos que han facilitado el presidente de la entidad, Santiago Miralles, en la rueda de prensa su presidente con motivo de la celebración de la reunión del Comité Ejecutivo de la Federación Española de Bancos de Alimentos, (FESBAL) en el Grau de Castelló.
Unas cifras, en especial las de estos dos últimos años que vienen marcadas, como es evidente, por la pandemia, ya que evidentemente esta situación ha incrementado el número de personas a las que atienden. Según el cómputo del banco de alimentos se ha pasado de entre las 13.600 o 13.800 a las 18.000.
Una tendencia que también se ha registrado en el conjunto del Estado, donde los beneficiarios se han incrementado en entre un 50% y un 60%. Según el presidente de Fesbal, Pedro Llorca, la situación económica del país se resintió en especial a causa de la pérdida de empleos por paro o por ERTE.
Precios más altos y fatiga tras las primeras olas de solidaridad
Por otra parte, también se ha apuntado a que la situación de crisis generada aún persiste y sin embargo, el cansancio o la fatiga tras los primeros momentos más crudos, no se mantiene igual. Factores como el incremento en el precio de la electricidad y combustibles así como en el precio de los alimentos están empeorando una situación compleja en términos de ayuda.
Dudas sobre las ayudas europeas y descenso en las donaciones
En cuanto a las fuentes de los bancos de alimentos, que radican principalmente en lo que llega a través de la Unión europea, sufren incertidumbre ya qué desconocen qué pasará en un futuro con esas ayudas que representan el 41% de las aportaciones del banco de alimentos. El 59% restante de los fondos proceden de recursos propios.
Por otro lado, la Federación Española de Bancos de Alimentos hace un llamamiento a las instituciones públicas apelando a la solidaridad. «Han aumentado las personas que necesitan ayuda y ha disminuido los donativos», explica Llorca. Así, de una media de 130 kilos por persona y año repartidos se ha pasado a 110 kilos.
Un argumento que hace que Llorca apele a que las instituciones públicas se impliquen más, pues, bajo su prisma, son ellas a quienes les corresponde la obligación de paliar la situación de precariedad. Un llamamiento que hizo extensivo a gobierno, autonomías y ayuntamientos. «Nuestro sueño sería que pudiéramos desaparecer porque no se nos necesitara».
Hay que recordar que la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), asociación sin ánimo de lucro creada en noviembre de 1995, coordina las actividades de los 54 Bancos de Alimentos asociados con relación a toda clase de organismos públicos y empresas privadas de ámbito nacional o internacional. En el año 2020, los Bancos que conforman a FESBAL, repartieron más de 158,7 millones de kilos que llegaron a más de 1,5 millones de personas vulnerables y necesitadas, a través de una red de más de 7.955 instituciones benéficas, y todo ello gracias al esfuerzo de 3.327 voluntarios permanentes

