La aprobación de la exención de la Ley de Morosidad, para las empresas gasointensivas entre las que se encuentran las azulejeras, permitirá acceder a las ayudas financieras a quienes no estén al corriente del pago a proveedores con ese periodo inferior a 60 días que hasta el momento marcaba la ley. Una situación para la que ya se han planteado diversas alternativas en los últimos meses.
Esta modificación que abre la puerta a salvar el escollo por el que el sector azulejero se quedaba fuera de esa inyección para paliar la crisis que había puesto sobre la mesa el Gobierno central no es un cheque en blanco, sino que al cabo de 6 meses, se reclamará a las empresas que se hayan ajustado a esta medida, que se hayan puesto al día en el cumplimiento de la misma ley para la que ahora se ha aprobado esa suerte de moratoria.
El “parche” que supone esta aprobación no ha satisfecho ni a buena parte del empresariado ni a muchos partidos políticos. Aunque desde el PSPV-PSOE la tildan de buena noticia, otras formaciones como Compromís o el PP apuntan que de poco sirve retrasar esos seis meses una situación que finalmente será la misma dado que medio año no es tiempo suficiente para revertir la situación financiera de empresas como las del sector cerámico.
Por otro lado, parece que tampoco queda claro a cuantos millones se podría acceder. Por eso las reticencias que mostraron ya hace unas semanas los empresarios del sector que dijeron esperar a leer la letra pequeña parece no haberse solucionado al leer esta noticia.
