Araceli De Moya repetirá dos años como alcaldesa de Oropesa tras pactar su partido Ciudadanos, con el Partido Popular y Vox a cambio de una anisada vara de mando. Así, después de una legislatura de acuerdo con el PSOE en la que también logró ser la primera edil del municipio, compartiendo legislatura con María Jiménez, ahora ha sido un acuerdo con la derecha y la extrema derecha el que le permitirá no perder su sillón.
La candidata de la formación naranja será la primera edil de 2023 hasta 2025, y el popular Rafael Albert de 2025 a 2027. Una estratégica jugada que permite a la derecha recuperar su bastión perdido con el triunfo de los socialistas en los últimos comicios y que además, de algún modo, invalida el apoyo de la ciudadanía al equipo de Jiménez que le confirió en las urnas, el pasado 28M siete concejales.
Una situación que para el PSPV resulta incomprensible y en la que, desde el partido, fuentes provinciales califican como una muestra de la falta de compromiso de De Moya al “negociar a dos bandas” para ver quien le ofrecía la alcaldía, como han asegurado a Actualitat Valenciana. De hecho, cabe recordar que no fue hasta la ruptura de las negociaciones con los socialistas, cuando estos se negaron a volver a compartir legislatura y cederle dos años la alcaldía, cuando en el último momento se hizo público el acuerdo con el que De Moya vira radicalmente y pasa a pactar con la derecha.
Por su parte, desde el PP de Oropesa, Rafael Albert se ha limitado ha justificar la decisión en un comunicado argumentando que “la gestión que merece un municipio que ha exigido en las urnas un cambio que no podíamos ignorar”. Unas declaraciones, ya cuestionadas, y más teniendo en cuenta que la alcaldesa no ha variado y que simplemente ha cambiado con quien ha pactado.
