Un equipo de la delegación de Castellón de À Punt se desplazó ayer a Almassora para cubrir la cogida mortal por un toro de un vecino de 72 años de Vila-real en las fiestas del municipio.
El fallecido se ha convertido en la novena víctima mortal de un año negro en los festejos taurinos de la Comunitat Valenciana donde la gran cantidad de celebraciones de ‘bous al carrer’ ha disparado los incidentes.
Después de una accidentada conexión en directo una multitud de medio centenar de personas más o menos, y comenzaron a asediar a los dos profesionales de À Punt con amenazas, insultos y empujones, manifestando que no querían que gravaran y tapando la cámara con las manos y las camisetas. Cuando antes también les habían lanzado arena, latas y petardos.
Según las informaciones de À Punt, en la multitud había miembros de las peñas festeras del municipio y diversos menores.
Ante la situación, el equipo tuvo que pedir ayuda a la Policía Local, que les escoltaron para poder abandonar el municipio con tranquilidad.
El Consejo de Informativos de À Punt ha condenado la agresión en un comunicado que denuncia las “intimidaciones” que sufrieron las periodistas de la delegación de Castelló. “Consideramos del todo injustificado que se agreda, verbalmente o físicamente, cualquier persona por el hecho de estar ejerciendo su profesión libremente, y confiamos que episodios lamentables como este no se vuelven a repetir“, explica el documento.
El órgano de representación de la plantilla de los servicios informativos recuerda que “no es la primera vez que aficionados” de los ‘bous al carrer’ “increpan y tratan de intimidar nuestros equipos, bajo argumentos falaces” y advierte: “Nuestra misión, como periodistas de un medio público, es informar, más allá de valoraciones y posicionamientos parciales que no entran en nuestras atribuciones“.
