Como estaba señalado en las previsiones meteorológicas, la lluvia ha vuelto a estar presente en el tradicional desfile de gaiatas. El tiempo había dado cierta tregua durante toda la jornada, pero ha pillado a los festeros en medio del desfile y con las gaiatas encendidas.
Se ha tratado de un desfile no exento de polémica ajena a la lluvia: un recorrido alternativo pensado para evitar aglomeraciones que sí se dieron en las zonas de conciertos, calles del recorrido de las que no se habían retirado los vehículos y gaiatas que tropezaban con los cables de calles del recorrido alternativo.

Ausencia en la primera parte de la alcaldesa y el concejal de fiestas
Los primeros entes festeros encontraron en medio de una intensa lluvia un palco marcado por la ausencia de la alcaldesa Amparo Marco y el concejal de fiestas Omar Braina. Ambos habían participado en la tornà de la romería que finalizaba en la calle Sanahuja, en el mismo lugar en el que se daba inicio el desfile de gaiatas y comenzaba poco después.
Las gaiatas tuvieron que enfrentarse al paso del tiempo, la lluvia y al cambio de recorrido
No solo la indumentaria de los miembros de las comisiones han salido notablemente perjudicadas por la lluvia, sino que los monumentos también han resultado afectados. Las gaiatas, empezadas a construir en el año 2019 para una durabilidad de pocos meses, habían permanecido guardadas en el almacén de gaiatas desde el inicio de la pandemia.
Ahora no solo debían salir tras dos años de encierro, sino que lo hacían en las condiciones más difíciles, pues la lluvia y el paso del tiempo son dos enemigos que ponen en serio riesgo la integridad de los sistemas eléctricos elaborados por las comisiones.

A este problema se añadía el del cambio de recorrido. Las calles que componen la ruta desde el almacén de gaiatas, el recorrido tradicional hasta la Avenida del Rey Jaime I y de allí a las correspondientes 19 ubicaciones estan diseñadas con un cableado especialmente elevado para que las gaiatas puedan pasar sin problemas. Al cambiar este recorrido no se revisó la altura del cableado de los nuevos recorridos que tendrían que hacer las gaiatas desde el final del desfile a sus lugares. Varias comisiones al verse atrapadas con sus monumentos en la Ronda Mijares tuvieron que llamar a los bomberos para que acudieran a levantar cables.

