Las cifras de producción y de exportación cerámica de las azulejeras castellonenses, hasta mayo, están por debajo de las del pasado año. Así lo ha explicado el presidente de la asociación empresarial Ascer Javier Nomdedeu tras la reunión que ha mantenido en la Casa dels Caragols con el president de la Generalitat Carlos Mazón y parte de su equipo de conselleres.
Nomdedeu ha manifestado que, por otro lado, también hay una noticia positiva y es que, de los alrededor de 2.700 puestos de trabajo que se perdieron en los momentos más duros de la crisis del sector, se han llegado a recuperar unos 500.
Por otro lado, el presidente de la patronal cerámica ha indicado que, aunque los datos todavía no son definitivos y solo pertenecen a estos primeros meses del año, la situación indica que no se ha tocado fondo. En especial, si se compara con las pérdidas que hubo en el ejercicio anterior, una bajada del 33% en cuanto a la producción y una reducción del 27% en las exportaciones cerámicas.
Respecto a cómo se gestionarán los puestos de trabajo que poco a poco se pueden ir recuperando, el president del Consell, preguntado por si se podría aplicar también aquí algún mecanismo RED, algo que el sector está pidiendo desde hace mucho tiempo, no ha hecho más que manifestar su disgusto indicando que al Gobierno central no se le puede demandar de más formas, siempre «dentro de la educación y la cortesía institucional», que ayude al sector azulejero.
Al respecto, Mazón se ha referido también a que desde la Generalitat se están «exprimiendo al máximo» todas las aportaciones que se pueden hacer. En ese sentido, el president ha vuelto a sacar pecho una vez más por la inversión que se hará en una campaña para promocionar la cerámica castellonense en el extranjero.
No obstante, cabe recordar que cuando se dio este anuncio hace unos meses, algunos sectores críticos de los sindicatos de empresas azulejeras afearon que precisamente el problema de la industria no radicaba en dar a conocer el producto a prescriptores o distribuidores sino en lo que realmente estaba pasando en las empresas y en la producción. Ahondaron además en que algunas de las ayudas que se habían llegado a tramitar no se habían utilizado para mantener puestos de trabajo como en su momento reclamaron los sindicatos.
