Las 24 escenas que este año conformaron el desfile de animación de la Magdalena del 2024 en general no han defraudado, al menos a juzgar por los comentarios de un público que aguantó el frío en los poco más de tres cuartos de horas en que desfilaron los dieciocho compañías y seis bandas participantes.
Un espectáculo visual y participativo en que la música y la imaginación volvieron a tomar las calles. Animaciones más o menos complejas de entender, y en esta ocasión espectáculos y las acrobacias que conformaron estampas que aportaron algo de frescura y despuntaron de los grandes hinchables repetidos en varias ocasiones.





Vistosas coreografías aderezadas con llamativas indumentarias y ese toque divertido, irreverente y gamberro con el que algunas de las compañías de espectáculos juegan a la provocación interactuando con un público que reclama participar.







Inventos imposibles en escenas que evocan los piratas el mar o cualquier otra fantasía que la imaginación pueda crear en un desfile que en general gustó a los asistentes pese a que para la mayoría de ellos se hizo corte.
Y aunque este año la presencia de las bandas internacionales se redujo a seis, de nuevo Japón triunfó entre los favoritos por sus coreografías mientras interpretaban conocidas piezas que el público no dudó en acompañar.





Brillos purpurina luces LED y mucha magia en una puesta en escena que gusto y como siempre en especial la interacción de los niños que se peleaban divertidos por poder darle la mano a los monstruos de las figuras que llenaron de nuevo las calles.
Por último, destacar que otro de los elementos que también marcaron el desfile de animación, aparte de las acrobacias fue también las bajas temperaturas y es que prueba de ello eran las chaquetas que hacia el final del desfile algunas de las bailarinas brasileñas terminaron por llevar, pese a la intensidad de los movimientos de sus bailes.


Comentado también por el público fueron los cuidadísimos trajes que en una de las carrozas finales representaban los signos del zodiaco, igual que el gigantesco humanoide con el que terminó el desfile.






