Marta Barrachina, presidenta de la Diputación Provincial de Castellón, en su paso por la Bodeguilla de Actualidad Castellón en las fiestas de la Magdalena ha asegurado que para ella “es un orgullo poder vivirlas como presidenta de la Diputación”. Si bien en esta ocasión las está viviendo de una forma diferente, asegura que las está disfrutando mucho al lado de Begoña Carrasco.
Bajo su punto de vista, “la Junta de Fiestas de Castellón y la alcaldesa están haciendo un gran trabajo. El pregón salió muy bien, todo el mundo quiere participar y todo el mundo quiere mostrar las mejores cosas de su pueblo en tribuna”.
Además, ha querido compartir algunas anécdotas de ese pregón que relata, la emocionó. “Me llegaron pastas, mandarinas, naranjas, cosas para niños. Me hizo mucha ilusión que un miembro de la Cofradía de Sant Antoni de Borriol me diera su pañuelo. Creo que fue una tarde muy divertida y ahí se ve la tradición y la armonía de toda una provincia”.
La Presidenta condena la agresión y llama a la implicación ciudadana
Por otro lado, la presidenta de la Diputación Provincial de Castellón ha querido referirse a la agresión de un grupo de ultras a un joven de 32 años que todavía permanece ingresado en el hospital. “Los hechos son de extrema gravedad”, ha expresado, “por lo que lo primero es condenarlos absolutamente y mandar todo el apoyo al chico que sigue ingresado y a su familia”.
No obstante, también ha querido mandar un mensaje de seriedad y tranquilidad. “Si analizamos la gran cantidad de gente que el fin de semana celebraba la Magdalena, creo que aunque los hechos son de lo más desagradables y no tendrían que ocurrir, la jornada se desarrolló con normalidad”, ha manifestado.
Así, opina que la gente tiene que acudir tranquila a las fiestas de la Magdalena. Porque además, “las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y la Policía de Castellón están haciendo un gran trabajo”. En sus palabras, “lo más importante es la concienciación de las propias personas que hacen la fiesta. A la mínima cosa que se vea hay que dar la voz de alarma y avisar a la Policía. Pero en general, son unas fiestas acogedoras en las que hay respeto y conciencia”.
