Capacidad de trabajo, liderazgo en la gestión y sentido de pertenencia son las tres aportaciones que el nuevo presidente de PortCastelló, Rubén Ibáñez se ha comprometido a desarrollar al frente de la Autoridad Portuaria.
Ha sido en su primer discurso oficial tras el acto de toma de posesión, en el que ha jurado su cargo. Lo ha hecho tras una introducción donde ha agradecido el apoyo de todos quienes han confiado en él y tras un preámbulo de la alcaldesa de Castellón en la que ha ensalzado su valía y compromiso con la ciudad.
Ibáñez ha arrancado su intervención evidenciando, directamente, la complejidad de un momento global difícil con repercusión negativa en las cuentas portuarias. Por eso ha incidido en lo que debe ser el Puerto, recordando su vertiente de sector público pero también de empresa y por tanto generador de economía.
«El Puerto se debe a sus clientes (…) «somos administración para servir y somos empresa para quien quiera instalarse», ha destacado el nuevo presidente de PortCastelló. Por eso ha reclamado la necesidad de aportar de manera global a todos los sectores implicados, poniendo como ejemplo los valores de trabajo, gestión y pertenencia que por su parte se ha comprometido a ofrecer.
Necesidad de crecimiento, ya en marcha con algunas infraestructuras, pero también una petición pública de compromiso a quienes «aún no tienen de referencia al Puerto de Castellón». Y ahí, precisamente ha apelado al sector azulejero, asegurando que también deber ser puerta de salida del producto que ve nacer.
«Crecer dentro, pero también expandirse fuera. El futuro desarrollo de Parc Castelló es una ventana al optimismo económico en periodo de tinieblas», ha apuntado.
En cuanto al crecimiento se ha referido a la «excelente carta de presentación» que suponen los «1,6 millones de m2 junto a la estación intermodal» para «creer en las enormes posibilidades de crecimiento del puerto»
Un 35% de tráfico que podría crecer con la cerámica
En cuanto a la colaboración global necesaria para lograr ese crecimiento, Ibáñez ha señalado a la infrautilización que la industria azulejera hace del Puerto para distribuir su producto una vez ya terminado. Lo ha hecho con cifras, y apelando al «sentido de pertenencia» al que se había referido.
«Hoy el puerto de Castellón puede estar a un 35% de sus posibilidades en tráficos. ¿Qué ocurriría si la inmensa mayoría del sector productivo de la provincia operara por nuestro puerto? supondría un aumento hacia 85%».», ha señalado
«Somos grandes receptores de la materia prima, pero somos muy poco exportadores de nuestro producto. El «made in en Castellón» que con tanto orgullo abanderamos todos, y la defensa a ultranza de nuestro sector cerámico, se vería muy fortalecido si su puerto de referencia fuera Castellón.
«El puerto de Castellón es el puerto que ve nacer la fabricación de un azulejo, y debe ser el puerto que vea salir el producto terminado», ha afirmado con contundencia. «La cerámica es para la provincia, lo que el puerto debe ser para la cerámica».
Una promesa para el sector pesquero
También en su primer discurso, el nuevo presidente se ha referido a la importancia del sector pesquero y se ha comprometido a construir la ansiada fábrica de hielo. «Mi compromiso con nuestro sector pesquero, en unos momentos muy difíciles para ellos, donde toda ayuda es poca. Quiero que sepan que tendrán en la Autoridad Portuaria su leal compañero, y hoy quiero anunciarles que vamos a acometer de forma inmediata la construcción de una nueva fábrica de hielo para que nuestros pescadores puedan realizar su actividad con absoluta garantía».
