El gesto “Árbol de la Caridad” se ha celebrado este lunes en la plaza Mayor de Castelló, junto a la concatedral de Santa María.


Se ha tratado de un acto participativo que ha aunado a voluntarios y participantes, con el objetivo de visibilizar ante la sociedad las actividades que realiza Cáritas, reforzar la diocesaneidad y dar protagonismo a las personas beneficiarias de la acción social de Cáritas Diocesana.
La raíz del “Árbol de la Caridad” es la propia Iglesia diocesana, la identidad de Cáritas; el tronco la unión de todos los agentes; las ramas los proyectos puestos al servicio de las personas y las hojas y los frutos la esperanza y el amor.
Cada servicio y proyecto diocesano ha preparado sus hojas y frutos personalizados y los ha colocado en las ramas del árbol para darle vida y diversidad.
Con este gesto, Cáritas Diocesana «ha querido animar y despertar la solidaridad y la compasión que vive en cada persona para que todos nos impliquemos y nos comprometamos con un estilo de vida que transforme nuestro modelo de convivencia y lo haga más justo, solidario y fraterno».
Semana de la Caridad. “Tú tienes mucho que ver”
Con este gesto diocesano ha comenzado la Semana de la Caridad que, alrededor de la celebración del Corpus Christi y con el lema “Tú tienes mucho que ver”, incluye, también, la presentación de la Memoria de 2022 y el Día del Donante, ambos el miércoles.
El jueves en el Centro Comercial Salera se celebrará la jornada “Conoce Cáritas” y el viernes se procederá a la entrega de premios del Concurso Fotográfico “Si cuidas el planeta, combates la pobreza” y una vigilia de oración en la Vall d’Uixó.
Culminará la semana con las procesiones del Corpus en todas las parroquias de la diócesis, el sábado en Castelló y el domingo en Segorbe.
«Ante la realidad de pobreza y sufrimiento que viven muchas personas, e incluso ante situaciones de dolor que nos toca vivir de cerca, a veces elegimos vivir sin querer ver, ajenos a lo que pasa para permanecer aislados y protegidos. Pero nosotros, la familia de Cáritas, hemos optado por abrir los ojos ante esta realidad compleja y dolorosa», explican desde Cáritas.
Vivimos tiempos de crisis acumuladas. Tras la pandemia provocada por el Covid-19, vino la guerra de Ucrania, el aumento de la movilidad humana, la evolución del coste energético y la inflación… Esta situación, tanto en el ámbito local como mundial, ha acrecentado la pobreza y la desigualdad y ha alimentado la desesperanza.
El Informe de Cáritas y la Fundación Foessa, “Evolución de la cohesión social y consecuencias de la covid-19 en España”, nos presenta algunas situaciones sangrantes en nuestro país:
–1 de cada 4 personas está en situación de exclusión, unos 11 millones de personas.
-1 de cada 3 personas no tiene ingresos suficientes para vivir dignamente. De estas, un 46% se ve obligado a recortar el gasto en alimentación, un 63% en suministros y un 56% en Internet y teléfono.
–Un 7% de la población no tiene ningún ingreso.
–1 de cada 3 personas sufren los efectos de la brecha digital.
–Un 17% de la población tiene un gasto excesivo en vivienda.
«Nos duele profundamente la situación de las personas que»:
–Sufren una precariedad laboral creciente, especialmente los jóvenes y las familias.
–No pueden acceder o permanecer en una vivienda, porque esta ha pasado de ser un derecho a ser un lujo.
–Huyen de la violencia de tantos lugares del mundo, de la pobreza extrema o de la persecución y viven en situación de irregularidad administrativa, sin papeles y sin derechos.
Ante esta realidad «no podemos permanecer como espectadores, ni siquiera como meras voces críticas, sino que estamos llamados a ser parte activa en la rehabilitación y auxilio de las sociedades heridas”.
«Se nos invita, porque celebramos el sacramento del amor y de la esperanza, a ser agentes de vida buena y nueva: siguiendo la parábola de nuestro Árbol de la Caridad, de vida y esperanza, hemos escogido para terminar un trocito de Fratelli Tutti: Dios sigue derramando en la humanidad semillas del bien… La esperanza es audaz, sabe mirar más allá de la comodidad personal, de las pequeñas seguridades y compensaciones que estrechan el horizonte, para abrirse a grandes ideales que hacen la vida más bella y digna”

