PortCastelló se prepara para una transformación sin precedentes en su modelo logístico. A partir de 2027, la entrada en servicio de los accesos ferroviarios por el sur y de la nueva estación intermodal marcará un punto de inflexión. Esto ampliará el hinterland del puerto, atraerá nuevos tráficos y reforzará su posición como nodo estratégico del arco mediterráneo.
Los accesos ferroviarios, ejecutados por Adif con una inversión de 335 millones de euros, conectarán de manera directa el puerto con la red transeuropea TEN-T. También con el Corredor Mediterráneo, permitiendo un tráfico ferroviario más eficiente, sostenible y competitivo.
A estas obras se suma la estación intermodal, actualmente en construcción y financiada por la Autoridad Portuaria con una inversión cercana a los 30 millones de euros. La infraestructura ocupará 300.000 m² y permitirá operar contenedores, mercancía general y graneles sólidos. Esto abre la puerta a un crecimiento logístico de alcance estatal.
El presidente de la Autoridad Portuaria, Rubén Ibáñez, ha destacado que “estas infraestructuras suponen un salto histórico: el puerto será un antes y un después con el ferrocarril. Seremos más competitivos, más conectados y mucho más sostenibles”.
Reordenación estratégica de terminales en la dársena norte
El proceso de modernización incluye otro hito clave: la reordenación de las terminales de la dársena norte, que permitirá disponer de 1,4 kilómetros de muelles polivalentes. Según Ibáñez, este cambio facilitará “ganar cuota de mercado, atraer nuevos tráficos y consolidar nuestro crecimiento”.
La creación de terminales polivalentes aportará flexibilidad operativa, evitará cuellos de botella y permitirá atender cualquier tipo de mercancía. Esto será sin depender de especializaciones excesivas. “Esta reordenación aporta flexibilidad inmediata al puerto. Lo prepara para responder a los nuevos tráficos que atraerán los accesos ferroviarios y la estación intermodal”, ha señalado el presidente.
Un acuerdo histórico de la estiba refuerza la competitividad
El avance de las infraestructuras coincide con un acuerdo histórico entre estibadores y terminalistas, que permitirá ajustar costes operativos y mejorar la productividad. Este pacto sitúa el coste de operación del contenedor por debajo del de puertos cercanos, reforzando la competitividad de PortCastelló.
A ello se suman las bonificaciones al contenedor, que convierten al puerto en un destino atractivo para navieras, operadores logísticos, nuevas líneas marítimas y el clúster cerámico.
Según Ibáñez, “este acuerdo abre una nueva etapa para el puerto: un marco moderno, equilibrado y competitivo que permitirá captar tráficos que antes no llegaban a Castellón”. Ha añadido que la combinación de estas palancas estratégicas dota al puerto de “un potencial sin precedentes para consolidarse como uno de los puertos más competitivos del Mediterráneo”.

