La Audiencia Provincial de Castellón ha condenado a un hombre a diez años y tres meses de prisión por acceder sin permiso a la vivienda de su expareja en Segorbe, rociarla con gasolina y prenderle fuego con la intención de acabar con su vida.
La resolución, dictada por la Sección Segunda, considera al acusado autor de un delito de asesinato en grado de tentativa, además de un delito de incendio, amenazas en el ámbito de la violencia de género, coacciones y allanamiento, con la agravante de género y la atenuante de reparación del daño.
Hechos
La mujer sufrió quemaduras de segundo grado en el 9% del cuerpo y un cuadro posterior de estrés y ansiedad a consecuencia del ataque.
Durante los hechos, el agresor entró en la vivienda aprovechando que la cerradura estaba rota y sorprendió a la víctima cuando estaba sentada en el sofá. Tras mostrar una garrafa con gasóleo, le arrebató el teléfono móvil e inició un forcejeo. Después roció el líquido inflamable sobre el sofá y sobre la propia víctima antes de prender fuego al reguero que se extendía por el suelo.
La mujer logró correr hacia el jardín, retirarse la ropa en llamas y sofocar el fuego con una manguera. El incendio provocó daños materiales valorados en 43.400 euros en la vivienda, a los que se suman 6.800 euros en contenido y el coste de la intervención del Consorcio Provincial de Bomberos, cifrado en 576 euros.
Indemnización
El condenado deberá indemnizar a su expareja con 10.000 euros por los daños físicos y morales, además de abonar las cantidades señaladas a la aseguradora de la vivienda, al propietario del inmueble y al Consorcio de Bomberos.
Sentencia
La sentencia es fruto de un acuerdo de conformidad entre Fiscalía, acusaciones y defensa, en el que el procesado reconoció los hechos y las penas. La resolución impone también la prohibición de aproximarse a menos de 300 metros de la víctima y cualquier lugar que frecuente, así como la prohibición de comunicarse con ella durante 13 años, que deberán cumplirse una vez ejecutada la pena de prisión.
El fallo ha sido declarado firme, por lo que no cabe recurso.

