La procesión del Corpus Christi por fin pudo volver a llenar de tradición y solemnidad religiosa las calles de Vila-real. La misa solemne, a las 18.00 horas, en la iglesia Arciprestal y posterior procesión pudieron recuperar todos sus elementos en este ocasión después de los obligados cambios de los dos últimos años por la situación sanitaria.


Así, de nuevo la liturgia y la tradición se dieron la mano en esta celebración que volvió a discurrir con la ansiada normalidad recorriendo la ciudad. Ni los niños de primera comunión con los pétalos de rosa alfombrado las calles, ni los gigantes y cabezudos, ni los bailes populares faltaron a este reencuentro de fe y celebración.



