A partir de enero de 2026, los trabajadores notarán un pequeño ajuste en su nómina tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado de la actualización del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI), un recargo de cotización destinado a reforzar el sistema público de pensiones.
La aportación total del MEI se situará en el 0,90 % de la base de cotización, distribuida entre empresa (0,75 %) y trabajador (0,15 %). En la práctica, el efecto máximo rondará los 95 € anuales para quienes cotizan por la base máxima, mientras que en bases medias el impacto será proporcional —unos 42 € al año para bases cercanas a 28.000 €.
No será necesario realizar gestiones: la Tesorería General de la Seguridad Social aplicará el cambio de manera automática, mes a mes. Esta aportación adicional no computará para el cálculo de las futuras pensiones, ya que su finalidad es financiar el fondo de reserva que refuerza el sistema público ante el reto demográfico.
Desde el Gobierno subrayan que la medida responde a criterios de sostenibilidad, mientras que distintos economistas advierten de que, aunque el impacto individual es reducido, se suma a la presión sobre los salarios netos en un contexto de pérdida de poder adquisitivo.

