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miércoles, diciembre 3, 2025

Las lluvias dejan un balance mayoritariamente positivo para el campo valenciano, pese a daños puntuales

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El agua beneficia a cítricos, caquis y olivar, pero genera preocupación en arrozales y cultivos anegados.

Las intensas lluvias registradas en la Comunitat Valenciana durante los dos últimos días han supuesto un importante impulso para el sector agrícola, aunque con algunos efectos negativos en zonas concretas. Según informa La Unió Llauradora i Ramadera, las precipitaciones han beneficiado a la mayoría de cultivos, salvo en áreas donde el pedrisco cayó con fuerza o en parcelas con arroz aún por segar y hortalizas sensibles al exceso de agua.

Hasta seis estaciones meteorológicas han superado los 200 litros por metro cuadrado, aunque el agua ha caído de forma pausada y regular, sin provocar daños graves. En muchos casos, incluso ha sido insuficiente y los agricultores esperaban mayores registros.

Además de favorecer directamente al campo, estas lluvias permitirán ahorrar en riego en un contexto de altos costes energéticos, recargar embalses y acuíferos, regenerar pastos y garantizar el suministro hídrico para la ganadería extensiva. También contribuyen a limpiar el arbolado y reducir el riesgo de plagas.

Los efectos negativos detectados hasta ahora se limitan a arrastres de tierra, desperfectos en infraestructuras agrarias y la interrupción temporal de las cosechas de cítricos, caqui, uva y almendra. También hay cierta preocupación por el estado del arroz encharcado y por las hortalizas afectadas por el exceso de humedad. El granizo, aunque presente en algunas localidades de la Plana Baixa, ha tenido un impacto limitado.

Queda por evaluar cómo afectará la humedad a las espigas del arroz o si el exceso de agua comprometerá su grano. En las hortalizas, esta situación podría provocar asfixia radicular y complicaciones en la posterior comercialización. Por el contrario, en cultivos de regadío como los cítricos o el caqui se espera un mejor calibre de la fruta, y en otros de secano, como la almendra o el olivar, las lluvias ayudarán a mitigar la sequía del verano.

“A pesar de la relevancia y magnitud de las lluvias hemos de estar satisfechos en general porque teníamos mucho temor acerca de las consecuencias del temporal. Han sido al final unas lluvias útiles y seguras, sin episodios extremos que pudieran provocar demasiados destrozos en el campo. Son por tanto muy bienvenidas excepto daños muy puntuales o zonas muy localizadas”, señala Carles Peris, secretario general de LA UNIÓ.

AVA-ASAJA coincide: más beneficios que perjuicios

Una valoración similar realiza la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), que también considera que las lluvias, salvo daños concretos, han resultado positivas para el campo y la ganadería. Su caída paulatina ha permitido recargar los acuíferos, reducir la necesidad de riego, limpiar el arbolado y recuperar pastos, además de mejorar el calibre de cítricos, caquis, aguacates y aceitunas en vísperas de su recolección.

La entidad advierte, sin embargo, de posibles daños en parcelas inundadas durante horas en zonas bajas o cercanas a barrancos, especialmente en La Safor y La Ribera, donde la asfixia radicular puede ser un riesgo. También se temen perjuicios por granizo en la Sierra de Espadán.

En el caso del arroz, las lluvias torrenciales que descargaron sobre Cullera y Sueca han inundado numerosos campos en el parque natural de la Albufera. Aunque el agua comenzó a evacuarse hacia el mar con ayuda de bombas hidráulicas, existe el riesgo de que el nivel alcance las espigas y reduzca la producción.

Aun con estos riesgos, AVA-ASAJA considera que el balance general es muy positivo, especialmente para los cultivos que se recogerán en las próximas semanas y para el sector ganadero, que dispondrá de más pastos.

“El agua llega un poco tarde para las variedades extratempranas de mandarinas porque ojalá hubiera llovido así hace un mes, pero de las clemenules hacia adelante son muy buenas para ganar calibre y calidad. También son favorables para la variedad estrella del caqui, el rojo brillante, que empezará a recolectarse a fondo a partir de la semana que viene. Otras cosechas que se verán beneficiadas son los aguacates, cuya recolección comienza en diciembre, y las aceitunas, pero han faltado más lluvias en el interior donde los olivos padecen estrés hídrico después de un verano seco”, explica el director de AVA-ASAJA, Jenaro Aviñó.