La Guardia Civil, la Policía Nacional y Vigilancia Aduanera han desarticulado una red de prostitución que explotaba sexualmente a 162 mujeres. En la operación, han sido detenidas 37 personas en siete provincias, entre ellas cuatro en Castellón, donde la organización operaba activamente.
Captación de mujeres vulnerables
La investigación se inició tras la denuncia de tres víctimas. La red captaba a mujeres sudamericanas en situación de vulnerabilidad, muchas sin permiso de residencia, para obligarlas a ejercer la prostitución en inmuebles repartidos por varias provincias, incluyendo Castellón.
Inmuebles reformados como prostíbulos
Los delincuentes compraban o alquilaban locales en apariencia legales, como viviendas o centros de masajes. En Castellón, varios de estos inmuebles se convirtieron en prostíbulos, donde las víctimas vivían hacinadas, sin ventilación y bajo vigilancia constante.
Control y explotación diaria
Las mujeres apenas podían salir dos horas al día. Los inmuebles estaban equipados con videovigilancia y contaban con encargadas que cobraban, vigilaban y gestionaban las llamadas de clientes. La mitad del dinero por servicio era para la organización, que imponía multas arbitrarias a las víctimas.
Estructura de la red criminal
El grupo estaba organizado en tres niveles: líderes familiares con beneficios económicos, supervisores de locales, y personal operativo como encargadas, conductores y reformistas. En Castellón, se detectó presencia en varios puntos clave del entramado.
Investigación patrimonial en curso
La Agencia Tributaria también investiga por blanqueo de capitales. Se han bloqueado cuentas bancarias y bienes de los líderes. En los registros se hallaron libretas de contabilidad y ordenadores con toda la información financiera de los locales.

