La polémica está servida en un pueblo de la provincia de Castellón, ya que los propietarios del bar de un camping se niegan a pedir el ‘certificado covid’ a sus clientes.
Los responsables del establecimiento situado en el camping municipal de Vilafranca han decidido no pedir el certificado covid, aunque la normativa obliga a hacerlo, porque consideran que “discrimina y vulnera los derechos humanos”, según explican en un cartel en la entrada del establecimiento.
Aunque la norma es clara y no existe la posibilidad de objeción de conciencia para incumplirla, los dueños del bar del camping municipal se niegan a pedir el documento, arriesgándose a ser sancionados con multas elevadas.
El Ayuntamiento de Vilafranca ha pedido a los propietarios que rectifiquen y cumplan la ley, a través de un comunicado, donde explican que, aunque el camping es de propiedad municipal, está alquilado en régimen de concesión y ellos son los responsables de cumplir la nueva normativa anticovid.